Vistazo a Ciudad Universitaria desde el cine: Toma uno… ¡se filma!

Al transitar por el campus central de Ciudad Universitaria, los estudiantes que corren para llegar a una clase o a la Biblioteca Central no pueden detenerse a pensar en todas las películas que se han filmado en los espacios arquitectónicos del lugar.

Con una completa investigación que toma cuerpo en el libro Exterior Ciudad Universitaria. Toma 1… ¡se filma!, el crítico Rafael Aviña se da a la tarea de indagar nombres y detalles de muchas de las producciones que se han rodado en CU, desde las más excéntricas películas clase B estadounidenses, hasta los clásicos más importantes del cine universitario.

En el enorme listado de cintas rodadas en el campus, encontramos títulos tan variados como Crisol del pensamiento (1952), Siete Mujeres (1953), Ansias de matar (A life in the balance, EU-México, 1955), En carne propia (1959), Serenata en noche de luna (1965), Patsy, mi amor (1968), Ya somos hombres (1970), Chin chin, el teporocho (1975), Sexo, pudor y lágrimas (1998), El cielo dividido (2006), Rudo y cursi (2007), Flor de Fango (2011), Tlatelolco, verano del 68 (2012), La dictadura perfecta (2014), entre muchas otras.

Toda la investigación realizada por Aviña para el libro parte de la exposición homónima Ciudad Universitaria. Toma 1… ¡se filma! que se exhibió durante octubre del 2015 en el Tren de Humanidades, frente a las conocidas Islas.

CU en el cine

Antes de la llegada del filme Güeros, de Alonso Ruizpalacios, CU ya había sido el set de cuantiosas realizaciones cinematográficas, tanto de la industria nacional como de la internacional: “me pareció interesante hablar del cine filmado en CU en las diferentes épocas; de cómo fue evolucionando éste, la figura del estudiante en él y también el discurso sobre la Universidad nacido desde la pantalla”, comenta Aviña.

El crítico expresa que en una primera época de las cintas populares no existían más que niños y adultos, mientras que el adolescente y el joven-adulto eran casi una entelequia. “Lo interesante es que la construcción de CU justamente hace que el cine volteé la mirada hacia estos monstruos con acné y tobilleras que eran los jóvenes rebeldes de la Universidad. Lo primero que se catapultó fueron los encuentros Poli vs UNAM porque, para la peripecia que es el cine, resultaban algo muy llamativo”.

Ver al pasado por medio del cine

Muchas de las películas de los años 50 que se registran en Exterior Ciudad Universitaria. Toma 1… ¡se filma! fueron en su momento consideradas por la crítica como películas muy malas: “No eran Buñuel ni Bracho; eran obras de fórmula, comedias juveniles. Sin embargo, a la distancia nos permiten entender desde la pantalla cómo era la CU de aquel entonces, cómo eran los estudiantes y también, cómo era la ciudad de México”.

Hollywood en CU

Nos recuerda Aviña que la arquitectura de CU siempre ha sido muy llamativa. “No en balde en los años 50 atrajo los ojos de Hollywood para tener locaciones ahí, aprovechando los escenarios para películas de horror y suspenso como Ansias de matar o El escorpión negro”.

Algunas películas estadounidenses filmadas durante los años 50 presentaban a la UNAM, simbolizada en CU, como una especie de topos mitad místico mitad escalofriante: “Existe una escena maravillosa en la película El ídolo viviente en la que contemplamos a un jaguar cruzando Rectoría. Por otro lado, en El Escorpión Negro nos encontramos ante un animal gigante que es derrotado en el Estadio Olímpico de CU. Son casos dignos de analizarse”, asegura Aviña.

El Grito

Para el crítico mexicano hay dos momentos clave que merecían ser mencionados en el libro: en primera instancia la película La risa en la ciudad, en la que se plantea un recorrido de ensueño a través de la Ciudad de México, que finaliza dentro del Estadio Olímpico Universitario, sede de los Juegos del 68 y espacio legendario que concentra en sí el símbolo de una irreconciliable dualidad: la tragedia y el júbilo. En un segundo momento, Aviña hace hincapié en otra importante cinta filmada en la UNAM: El grito (México 1968), de Leobardo López Aretche.

“El sueño había terminado y a partir de entonces nada sería igual como lo mostró El grito, película filmada entre julio y octubre de 1968. Intenso y emotivo documental producido por el CUEC y orquestado por López Aretche”, apunta Aviña en el comentario sobre el emblemático filme sobre la matanza del 68.

Nadie imaginó que aquella CU se convertiría en la musa predilecta de más de un cineasta. De tal modo, este libro invita a un recorrido por historias, películas y discursos que han puesto el ojo en el campus.

Jorge Luis Tercero

El libro Exterior Ciudad Universitaria. Toma 1… ¡se filma! se encuentra a la venta en la red de librerías universitarias. Informes: www.cultura.unam.mx.