Imágenes en movimiento y en tres dimensiones pasan por delante del espectador y por detrás y por arriba del intérprete. Perspectiva a nivel espacial. Coreografía e iluminación muy homogeneizada con las proyecciones. Música original con duración de más de tres horas reducida a cincuenta minutos, y que no deja de tener un cierto sentido dentro de la actualización dramatúrgica de un ballet tan popular y apreciado como El lago de los cisnes.
Juan de Torres, el coreógrafo naturalizado español de esta muy atractiva versión, utiliza la tecnología 3D de manera totalmente interactiva e integrada con los bailarines, todos ellos de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM (DAJU). Su coreografía es inmersiva, lo que le da una dimensión más espectacular a la puesta en escena. El público podrá maravillarse con este montaje el próximo sábado 21 y domingo 22 de octubre en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, en el marco del Festival CulturaUNAM 2023.
Es la primera vez que dirige esta emblemática obra con música del genial compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski para una compañía que no sea Larumbe Danza, una de las pioneras en España en creaciones artísticas interdisciplinarias, y que encabeza desde 1996. En esta ocasión duplica el número de intérpretes que tenía previsto originalmente, lo que le permite ir al fondo de ciertas ideas que enriquecen aún más el trabajo de producción.
Larumbe Danza, compañía que dirige junto con Daniela Merlo, lleva investigando con el multimedia más de dos décadas, realizando micro y macro proyecciones. En diez años cinco producciones de la que El lago de los cisnes es la penúltima, y que se distingue por toda la parte más plástica y estética.
En esta versión de danza contemporánea Sigfrido ya no es un príncipe, sino un joven muy popular en su entorno y en las redes sociales. El séquito son sus amigos instalados en la mediocridad. Odette es una chica muy inteligente y curiosa. Por no encajar socialmente es víctima de bullying. Todos estos personajes van con máscaras transparentes porque la idea es mostrar que la mediocridad es quizás la cuestión más violenta en la medida en que se rechaza cualquier forma de diálogo.
Un tercer personaje protagonista es Odile, el cisne negro, un holograma que impacta. En la anécdota lo más importante es el crecimiento de Odette, el cisne blanco, ver cómo paulatinamente se va sintiendo más segura y de qué manera se enfrenta a todos sus detractores. Se infiere que ninguna joven necesita de un príncipe para realizarse y llegar a la meta que quiere cumplir.
La temática principal viene a ser siempre la lucha del bien contra el mal. Lo que Juan ha hecho es desplazar el mal de alguna manera. Es ésta una producción “cebolla”, pues tiene muchas capas entre las cuales se plantean diversas cuestiones, por ejemplo, del ámbito ecológico y de género.
La danza es para De Torres, nacido en Misiones, Argentina (1964) y criado en Bruselas, un espacio diáfano e íntimo, más cerrado o más abierto, además de transmisión y comunicación de energías, emociones y sonido. Esta concepción se traduce claramente en su versión 3D de El lago de los cisnes que apuesta por la veracidad y la autenticidad. El montaje pretende ser seductor y tocar las fibras del público, propósito legítimo de un creador de espectáculos como él, tan jugado hacia las tecnologías.
Proyecciones en tres dimensiones. No todo el espacio de la Sala Miguel Covarrubias se habilitará para tal fin, únicamente las 450 butacas desde las cuales el espectador podrá ver perfectamente la función con sus gafas especiales que les serán entregadas a préstamo en el vestíbulo del recinto.
El lago de los cisnes 3D es un trabajo artístico que sin la menor duda cautivará a los espectadores, y en particular a los jóvenes más familiarizados con las pantallas de teléfonos celulares, computadoras, laptops y tablets, la parafernalia de las imágenes instantáneas.
Funciones: sábado 21 a las 19 horas y domingo 22 a las 6 de la tarde.
René Chargoy Guajardo