En el aire hay un olor a pozole; mesas y sillas tiradas frente al público. De dos puertas al fondo, salen tres cocineros que ponen todo en orden. Su misión: “Aniquilar la maldad y oscuridad en el mundo”, así ha sido siempre, de generación en generación. Ellos son hermanos y están a la espera de que algo se termine de cocinar. Una voz en off, a la manera de un comentarista de fútbol, describe lo que ve el público y lo pone al corriente de lo que antes ha sucedido: un “golazo que terminó con una represión de muchos años”.
El mayor de ellos anuncia que en una hora estará listo el platillo, que es su padre. Así da comienzo la obra Pozole o la venganza de los ana-crónidas que, después de dos temporadas en el Foro El Bicho y el Teatro Sergio Magaña, se estrenó en la Teatro Rosario Castellanos de Casa del Lago, donde al terminar, como parte del festejo por el estreno, se sirvió a los presentes un plato de pozole.
Los ingredientes: venganza, crítica y humor negro
El tema central de Pozole o la venganza de los ana-crónidas es el parricidio visto como símbolo de la eterna lucha entre los hijos y su padre. La voluntad contra el destino. La ruptura frente a la tradición. Para lograr exponerlo, los realizadores hicieron una investigación de pasajes de la mitología y tragedias griegas, los nombres de Edipo y Cronos no se hacen esperar, así como el de Sigmund Freud, en Tótem y Tabú.
El pozole sirve de pretexto para expresar una crítica a la sociedad, ya que “es un platillo típico de la gastronomía mexicana que ha tenido un valor ritual por siglos, y que hoy, de manera siniestra, se ha resignificado en el contexto de la violencia que azota a nuestro país, al integrarse el término ‘pozolear’ al vocabulario del crimen organizado”.
El humor negro de la obra es provocado tanto por las menciones a elementos chuscos o macabros de la realidad mexicana, como por las divertidas coreografías que se incluyen a lo largo de ésta. Las irónicas contraposiciones entre diálogos e imágenes proyectadas sobre una de las paredes de la sala y la simulación de un concurso de televisión en el que el público participa son elementos que convierten la obra en un delirante intercambio de voces que discuten sobre quién va a dirigir la nueva forma de continuar con la misión ancestral, ahora sin el yugo del padre.
Sobre el “Festín Efímero”
Festín Efímero es un grupo teatral que está integrado por los actores (todos egresados del Centro Universitario de Teatro): Héctor Iván González, Guillermo Revilla y Edgar Valadez. El grupo nació junto con el proyecto Pozole o la venganza de los ana-crónidas, que les ha permitido explorar un teatro que divierte y es accesible para todo el público, pero que al mismo tiempo es capaz de reflexionar con profundidad sobre la condición humana desde lo individual y hasta lo social.
Kevin Aragón
La obra Pozole o la venganza de los ana-crónidas, se presenta todos los fines de semana a partir del viernes 27 de mayo y hasta el domingo 26 de junio. Para mayor información consultar www.cultura.unam.mx.