¿Qué tienen en común Nora Helmer, la protagonista de Casa de muñecas imaginada por Henrik Ibsen; Nina Zaryechnaia, la joven soñadora de La gaviota, de Antón Chéjov; y Blanca Dubois, la mujer volátil de Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams?
Para Bárbara Colio, autora de la pieza teatral Julieta tiene la culpa, estos personajes no son quizá muy distintos que tres personas desconocidas que tienen un encuentro fortuito, durante una espera.
La obra, que ha sido nominada a varios premios y estrena temporada a partir del 27 de enero en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, da inicio en un teatro: las tres mujeres no han logrado entrar a una esperada función de Romeo y Julieta. En vez de irse, prefieren permanecer en el lobby para ver lo que pasa dentro. Pero es lo que sucede entre ellas lo que será digno de contarse.
“Son mujeres distintas que, de una forma algo extraña, divertida, filosa, encuentran aquello en lo que se parecen o son iguales. Eso es algo que nos cuesta mucho: nos diferenciamos fácilmente de los otros y nos cuesta comprender en qué somos iguales al otro”, explica Colio.
La importancia del relato, subraya la dramaturga, poco tiene que ver con que ocurra entre tres potentes personajes literarios femeninos, pues no es necesario saber quiénes son estos para entenderlo.
“No quise hacer una obra erudita sobre el teatro. Se trata de seres humanos comunes que se encuentran en situaciones límite, que sienten que nadie los escucha y encuentran ayuda en desconocidos; no en su familia o en su entorno. Luego es que decido tomar algunos personajes de la literatura universal, de esos que toda actriz quiere hacer en su vida, y arranco de ellos, de su personalidad, y les doy a vuelta”, puntualiza.
“Nora es una ama de casa que aparentemente no hace más que estar en su hogar, Nina es esta chica provinciana que deja todo para irse a estudiar teatro, y Blanca es una maestra de literatura inglesa de secundaria que es despedida por andar con un alumno. En la ficción admiramos a estas mujeres, pero en la vida real hay un desprecio o un juicio hacia personas así; no les tendemos la mano”.
El hecho de que sea protagonizada tres potentes personajes femeninos no hace de esta una obra dirigida a las mujeres, ni es necesariamente un relato feminista, añade la autora, pues lo que está en juego es lo humano.
“Podrían haber sido tres hombres. A veces se piensa que una obra de mujeres es para mujeres, y esta obra le habla a ambos. No me gusta que el teatro se encasille; el arte es la vida y la vida no la puedes encasillar: esta vida la van a vivir hombres y mujeres. El teatro es para todo ser humano, es para encontrar una resonancia”.
El encuentro tiene como telón de fondo el drama de Romeo y Julieta. Siguiendo el título de la obra de Bárbara Colio, ¿de qué tiene la culpa Julieta? “¡Eso es lo que hay que venir a descubrir al teatro!”.
Julieta tiene la culpa se ha presentado en diversos escenarios y obtuvo ocho nominaciones en la pasada ronda de premios teatrales, fue seleccionada en la Muestra Nacional de Teatro 2022 y viajará a Colombia en abril de este año para presentarse en el Teatro Mayor de Bogotá.
El montaje, que tiene una duración de 100 minutos, estará acompañado por el acceso al proceso creativo a través del libro El barco de Julieta, que incluye el texto completo con comentarios de los artistas participantes, así como la instalación Teatro para armar. Ambos estarán en el vestíbulo del foro.
A cargo de la compañía BarCoDrama, la obra es dirigida por Bárbara Colio, con la participación de las actrices Verónica Merchant (Blanca), Carmen Mastache (Nora) -Premio Metropolitano a Mejor Actriz de Reparto por esta obra- y Sofía Sylwin (Nina). Las funciones son de jueves a domingo.
María Eugenia Sevilla
Julieta tiene la culpa se presenta en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz hasta el 26 de febrero. Más información en cultura.unam.mx.