Situaciones límite de una competencia, en la puesta en escena Triple concierto

Triple concierto, obra de Mónica Hoth y Claudio Valdés Kuri, se estructura a partir de las distintas etapas que tiene un concurso de piano, donde las eliminatorias pasan por la interpretación de complejas obras de grandes compositores, primero solo con el instrumento de teclas de ébano y marfil, luego como parte de un trío con el acompañamiento del chelo y del violín, y finalmente un piano de cola como figura central de un concierto.

Entre cada fase se habla, por ejemplo, de las limitaciones de los concursantes ante retos técnicos, de las olas de frustración que se dan en las competencias, de cómo se conoce uno en ese tipo de situaciones límite, de qué manera se valoran las capacidades y talentos de los músicos sometidos a fuertes presiones, lo cual, por cierto, no solo tiene que ver con el piano sino con la vida misma. La intención del director de la puesta escena, Valdés Kuri, es hacer sentir al espectador que está presenciando realmente un concurso de piano y no una obra de teatro.

Triple Concierto muestra cómo la música llega a expresar la dimensión más íntima del ser; posibilita al espectador la oportunidad de enterarse qué hay detrás y adentro de los personajes, todos ellos jóvenes que anhelan salir del anonimato y que buscan poner a prueba sus capacidades para abrirse nuevos horizontes, gracias a la victoria en puerta.

La obra se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario. La productora Teatro de Ciertos Habitantes apuesta con amplia convicción por la interdisciplina, de ahí que integre a  músicos de alto nivel, quienes previamente tuvieron que pasar por un riguroso entrenamiento actoral y de baile en escena. Lo siguiente es fluir en el universo de las competencias y “aguantar vara” por demoledoras que sean las críticas del jurado, tales como: “Se oye plano y sin contrastes”… “sientes mucho pero no expresas nada”… “podrías hacer música”… Las aspiraciones se van debilitando, pero impensable es asumir la derrota anticipada y entonces, quién sabe de dónde y cómo, se logra conjuntar arrojo, temple, técnica, audacia, seducción y determinación. “Todo sea por el arte”.

Son características propias del trabajo escénico de Valdés Kuri la interacción con el público, la investigación en laboratorios de creación teatral y la improvisación. Con Triple concierto se confirman a plenitud. Para esta ocasión, en cuanto al ámbito de la investigación, se averiguó a detalle cómo funcionaban los concursos de piano y de música en general. Se requirió de un año de arduo trabajo para transformar a los músicos en artistas escénicos completos, ya que, de acuerdo al cocreador de esta pieza, “era más factible convertir a los músicos en actores que a los actores en músicos, principalmente por el complejo repertorio musical que se aborda en vivo en el escenario”.

El concurso de piano Ernesto Elorduy expone abiertamente las complicidades, expectativas e incertidumbres que rodean el tenso ambiente de competencia, donde se escucha la música y no tan en el fondo los miedos, incertidumbres, frustraciones y congojas de los seis concursantes finalistas, quienes en el transcurso de su participación revelan su fuerza interna y sus inmensas ganas, pese a todo, de gozar el gran concierto de la vida.

El elenco está conformado por Edwin Calderón, Sasha Cortés, Sebastián Espinosa Carrasco, Konstantin Evmenkin, Mario Mendoza y Naomi Ponce de León. Les acompañan con beneplácito y en espíritu: Tchaikovski, Händel, Mozart, Stravinski, Beethoven, Chopin, Rajmáninof,  Bach, Debussy, Liszt y Ponce, entre otros. Funciones hasta el 28 de agosto: jueves y viernes 20 horas, sábados 12:30 y 19 horas y domingos 12:30 y 6 pm. Y como recomienda el actor mexicano Roberto Sosa: “Si te gusta la música te va a encantar, si te gusta el teatro la vas a disfrutar, y si lo tuyo es el teatro y la música… ¡la vas a amar!”.

René Chargoy Guajardo

Triple concierto se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Aralcón hasta el 28 de agosto. Más información en cultura.unam.mx.