Seducir y cuestionar a la autoridad: Una carta siempre llega a su destino

“Me interesé en la obra de Barragán desde el primer momento en que visité la Casa Luis  Barragán, en 2012. Al recorrerla, mi único deseo era quedarme ahí y escribir. Su trabajo me atrapó”, relata Jill Magid, artista estadounidense que, movida por la admiración hacia el arquitecto mexicano, desarrolló un proyecto en torno al legado del premio Pritzker.

Sobre la exposición Jill Magid. “Una carta siempre llega a su destino”. Los Archivos Barragán, la creadora destaca que las obras en exhibición plantean reflexiones en torno a las relaciones de poder que implican que un legado artístico esté a cargo de una corporación.

“Me interesa cuestionar cómo los artistas pueden compartir ideas creativas al margen del sistema legal de propiedad intelectual. Mi rol como artista es señalar situaciones que no percibimos fácilmente o que parecen invisibles, como las estructuras de la ley”, expresa Magid, luego de explicar que la exposición busca generar una reflexión sobre cómo pueden responder los artistas cuando se les niega el acceso a archivos privados que tienen sus propias reglas, códigos y condiciones.

Jill Magid. “Una carta siempre llega a su destino”. Los Archivos Barragán exhibe 41 piezas que permiten seguir la evolución de este proyecto (iniciado en 2013) a través de seis núcleos temáticos y mediante la diversidad de lenguajes, como instalación, pintura, documentos, correspondencia y escultura.

La muestra inicia con la pieza “Autorretrato pendiente”, anillo de oro en el que se colocará un diamante con los restos de la artista Jill Magid, quien en 2005 firmó un contrato con una empresa para ser convertida en esta piedra preciosa cuando muera.

“Mujer con sombrero” es el nombre del segundo núcleo de la muestra, en el que se cuestiona hasta qué punto puede el legado de un artista pertenecer a una corporación. Mientras que la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán dio acceso total a Magid al archivo personal del arquitecto en México, el acceso al archivo profesional de la Fundación Barragán en Birsfelden, Suiza, le fue negado.

El apartado “Cuarteto” es un performance inspirado en la obra para televisión de Samuel Beckett, Quadrat (1981), y nació a raíz de una carta que Federica Zanco, directora de Barragan Foundation, escribió a Magid después de que la artista le enviara su copia anotada de Climates (1928), novela de André Maurois.

En “Homenaje”, Magid considera las implicaciones de la renuncia a los derechos de propiedad intelectual en beneplácito de un acercamiento más generoso a la cultura. Mientras que en “La propuesta”, se alude a la relación epistolar entre la artista y Zanco, a quien Magid ofreció un anillo con un diamante de dos quilates, realizado con una parte de los restos cremados de Barragán.

Finalmente,Ex-Voto” exhibe cuatro caballos de estaño llamados Los Milagros, que representan a la familia Barragán, al gobierno de Jalisco, al caballo de plata que se dejó en la urna al sacar las cenizas y al diamante fabricado con los restos de Barragán. Un quinto caballo, el “Milagro del Legado”, será producido si Federica Zanco acepta el anillo y regresa el archivo de Barragán a México.

Mina Santiago

Jill Magid. “Una carta siempre llega a su destino”. Los Archivos Barragán, permanecerá en exhibición en las salas 4 y 5 del MUAC hasta el 8 de octubre. Consulta horarios de visita en: www.muac.unam.mx.