Sedimentos: Recrear el imaginario suicida a través de un universo onírico

Dos hombres y dos mujeres deambulan en escena, sus cuerpos están cubiertos con mantas, mientras un cover de Heroes de David Bowie y la proyección de fotografías de Francesca Woodman dotan de una atmósfera opresiva la Sala Rosario Castellanos. Se trata de Sedimentos, de Octavio Michel Grau, obra que se presenta actualmente en Casa del Lago.

La compañía El Coro de los Otros lleva a escena este trabajo multidisciplinario que surge de la necesidad de romper el tabú y hablar del tema del suicidio, en muchas ocasiones invisibilizado: “Es algo de lo que se tiene que hablar, sobre todo porque existen demasiados mitos alrededor, tantos, que a veces pareciera que con su simple mención en público todos se van a contagiar”, afirma Patricia Yáñez, actriz y productora.

Apenas alumbrados por lámparas de luz blanca, los actores ríen y lloran, leen cartas suicidas, describen maneras de morir, explican los motivos que suelen emplear quienes se quitan la vida o reflexionan sobre las huellas, el recuerdo y el suicidio.

Patricia Yáñez explica que quisieron plasmar el tema desde diferentes perspectivas; desde una exploración multimedia que se sostiene por medio de una investigación de campo documentada y una fuerte carga de trabajo corporal, como se aprecia en las secuencias a cargo del bailarín Ricardo Rojas.

Se trata de un laboratorio de creación escénica que se apoya en la música y la danza y en el que cada uno de los integrantes trabaja sobre premisas. “En este caso, se trató de una hipotética carta póstuma donde reflexionamos sobre qué diría la gente si nos suicidamos. Al final, el director recopiló estos escritos y ejercicios dentro de Sedimentos”, señala Yáñez, quien al lado de El Coro de los Otros ha trabajado en varios proyectos como Del otro lado de la puerta, de W. Borchet, Esperando a Godot, de S. Beckett o Ensayos sobre el destierro, de la que es autora.

Para los integrantes de la compañía, uno de los puntos centrales fue tocar el tema sin enjuiciar, sin imponer una visión positiva o negativa sobre el suicidio: “Quisimos quitarnos esos prejuicios. Tratamos de plasmar el imaginario del suicida, a partir de sus últimos momentos; recrearlos dentro de un espacio caótico, un universo onírico”.

Para la elaboración de la obra, Octavio Michel Grau y el resto del equipo realizaron varias entrevistas con el fin de poner más sustancia real sobre el escenario. Según compartió Yáñez, entre los mismos integrantes de El Coro de los Otros hay gente que perdió seres queridos al suicidarse. Por ello, les pareció coherente que en este proceso de sensibilización que plantea su trabajo, algunos textos en voz de los actores debían ser tomados de situaciones de suicidio reales o de testimonios de familiares.

“El texto donde se pide que el suicidio no sea juzgado, lo extrajimos tal cual del testimonio de una chica que perdió a su padre. Son sus palabras textuales, donde ella intenta apoyar y comprender al padre, como método para vivir el duelo, aceptar y sanarse”, refirió.

Los actores también destacan que la obra de Woodman fue un eje decisivo, incluso antes de saber que la fotógrafa estadounidense había sido una suicida, para crear el planteamiento estético de Sedimentos. La pieza intenta retomar la técnica de borrarse poco a poco, que aparece en muchas de las imágenes de la autora, además de las atmósferas llenas de caos, ansiedad y estrés.

El vestuario empleado por los actores y el bailarín fue diseñado por Libertad Mardel y representa las mortajas; mientras que la iluminación, trabajada por Patricia Gutiérrez, simula el interior de una morgue, por ello los personajes casi siempre cargan consigo las lámparas de luz blanca.

Jorge Luis Tercero

Además de Patricia Yáñez, en Sedimentos también participan Raquel Mijares, Ricardo Rojas y Alejandro Toledo. La obra se presenta en la Sala Rosario Castellanos de Casa del Lago hasta el 2 de julio. Consulta los horarios en www.cultura.unam.mx.