- El trabajo de Ocampo se caracteriza por vincularse directamente con su experiencia, su cuerpo y su modo de habitar la diferencia de un modo radical.
- En este video, el artista mezcla alusiones al pasado precolonial mesoamericano con referencias de la cultura contemporánea de masas, en un delirio que transgrede la identidad hegemónica heteronormada.
Como una suerte de terapia personal, una salida a los sentires físicos y emocionales que se somatizan por la discriminación y los prejuicios, Javier Ocampo recurre al humor como un acto en el que se infiltra una reflexión, una exigencia y una enunciación de quien es: “Recurro al vehículo de las estéticas de ‘lo cutre’, de ‘lo mal hecho’, para reafirmar ese sentido de la cultura baja, de lo mal visto y elevarlo al pedestal de las ‘bellas artes’”.
En su video titulado DECULO NIZADOR (2023), obra que se presenta a partir del 28 de junio en la Sala10, el espacio de exhibición virtual del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), el artista mezcla alusiones al pasado precolonial mesoamericano con referencias de la cultura contemporánea de masas, en un delirio kitsch/neobarroco que transgrede la identidad hegemónica heteronormada. “Travestido de iguana y xoloitzcuintla, Javier Ocampo utiliza el cuerpo como vehículo para burlarse y desarmar los regímenes racistas. Al ritmo de un electro-reguetón-marica, la pieza plantea la posibilidad de bailar para deculonizar el cuerpo. La canción despliega letras que celebran la diferencia y resignifican los insultos de la pigmentocracia y la homofobia en búsqueda de una nueva realidad que transforma al resentimiento y la herida en festejo y empoderamiento”, comenta el curador Jaime González Solís.
Collage transhistórico
DECULO NIZADOR surgió de los viajes de investigación que el artista hizo al sitio arqueológico de Xochicalco. Cada vez que iba a este emblemático lugar en el estado de Morelos, se encontraba con los sonideros en las carreteras y caminos, parte del paisaje y la cultura cotidiana de pueblos aledaños. De este encuentro nació la idea de generar un collage transhistórico al cruzar los géneros musicales de los sonideros en la actualidad con las implicaciones del pasado mesoamericano, sus continuidades, disrupciones y posibilidades de superposición.
El video que se presenta en la Sala10 del MUAC superpone el cuerpo del artista con imágenes de las pirámides de Teotihuacán y Uxmal, así como fondos digitalizados de ambientes imaginarios, otras pirámides ficticias modeladas, carreteras neones o antros de mala muerte. “Con el uso de prostéticos, maquillaje y vestuarios ensamblados, el artista se convierte en una iguana-putona que baja de una nave espacial —ironizando las ideas de que “el otro” indígena es tan extraño que sólo puede venir de otro mundo— para bailar al ritmo de un reguetón electrónico. La pieza toma la estructura de un videoclip, en donde el cuerpo que baila también cobra forma de xoloitzcuintla rabiosa con vestimenta sado. Hacia el final del video, ambas efigies bailan mientras un meteorito cae a la Tierra dando final a un orden para dar lugar a otra forma de existir”, agrega el curador.
Desarmar las estructuras tradicionales y hegemónicas
El trabajo de Javier Ocampo se caracteriza por vincularse directamente con su experiencia, su cuerpo y su modo de habitar la diferencia de un modo radical. Su cuerpo de obra surge, en su mayoría, del gesto que en el performance ensaya modos de desarmar las estructuras tradicionales y hegemónicas: ya sea vistiendo trajes que conjuntan sexualidad e iconografía mesoamericana o vinculando las prácticas del deseo homosexual con el escape de la segregación sistémica del cuerpo moreno. Las superposiciones de significados proponen vínculos afectivos con la memoria personal y las huellas que las estructuras dejan sobre la subjetividad.
Su producción adquiere una complejidad y potencia particular por el hecho de ser asimilada por el cuerpo del artista para transgredir su propia identidad y generar imágenes que denuncian la instrumentalización de un pasado indígena idealizado y despojado de realidad, así como las retóricas identitarias que generó la ficción homogeneizante del mestizaje racial y cultural en un territorio pluriétnico. En este sentido, la discusión sobre la homosexualidad aparece en la obra de Javier Ocampo cruzada por otros órdenes de opresión. Su tratamiento se hace vigente por el uso con códigos locales, culturales y populares, como el empleo de vestuarios ensamblados, uñas postizas, arneses o jockstraps, contrastados con el de petates, souvenirs mesoamericanos o sandalias de cuero, estereotípicamente vinculadas con lo rural mexicano.
“Ante la visión edulcorada y la repetición acrítica que ha generado la normalización de la homosexualidad, la obra de Javier Ocampo irrumpe para recordarnos que la incomodidad es vital para estructurar el coraje y desarmar la violencia sistemática”, concluye el curador Jaime González.
Javier Ocampo
(Cuernavaca, 1988; vive y trabaja en Cuernavaca, México)
Es licenciado en Artes por la Facultad de Artes en la UAEM, egresado de la maestría en producción artística UAEM con beca CONACyT de investigación del 2015-2017. Fue seleccionado en la beca ECOES-Santander Movilidad Estudiantil a la UDG, becario de la emisión PECDA Morelos los años 2016, 2022 y 2024 y becario FONCA Contigo a la Distancia 2020, Primer lugar en el quinto Concurso de Videoarte Universitario MUAC 2015. Su obra se ha expuesto y ha sido seleccionada en concursos, bienales y festivales de arte contemporáneo en diversos espacios nacionales e internacionales desde 2008 a la actualidad. Ha impartido talleres de producción artística dentro de la Tallera Siqueiros y el Centro Cultural Los Chocolates. Actualmente investiga sobre los conceptos de blanquitud, pigmentocracia y colonialismo cultural de América Latina, especialmente en México. Sus preocupaciones centrales son sociales y políticas. Mediante el videoperformance y la instalación ha explorado una gran diversidad de materiales que complementan el discurso de las piezas.
Javier Ocampo Hernández
DECULO NIZADOR, 2023
Video 3’27’’
Música: Ángel Mañón
Cortesía del artista
La obra se puede ver en la Sala10 del MUAC del 28 de junio de 2024 al 12 de enero de 2025.
MUSEO UNIVERSITARIO ARTE CONTEMPORÁNEO (MUAC). Insurgentes Sur 3000. Centro Cultural Universitario. Delegación Coyoacán. C.P. 04510.
Página web: www.muac.unam.mx.