Poesía de mujeres latinoamericanas: Transfronterizas

“Detrás del televisor hay hombres muertos por el hombre. Mujeres muertas por el hombre. Niños muertos por el hombre… Detrás del televisor hay un hilo de sangre. Uno de vida, otro de muerte”, dice un poema de la escritora argentina Flor Codagnone, declamado por Carmina Estrada durante la presentación del libro Transfronterizas. 38 poetas latinoamericanas, que tuvo lugar en FIL Guadalajara y en la que también se contó con la presencia de Dora Moro, Pedro Serrano y una de las poetas publicadas en el volumen, Xitlalitl Rodríguez.

Transfronterizas es el volumen 16 de la colección Ediciones Punto de Partida, serie que se desprende de una publicación emblemática de la UNAM, la revista homónima que fuera fundada en 1966 por Margo Glantz. “Hecho del que se cumplen en este diciembre 50 años y que celebramos con esta edición. Se trata de un proyecto que promueve la nueva creación literaria y que no tendría cabida en el ámbito comercial”, destacó la directora de Punto de Partida, Carmina Estrada.

Por su parte, Moro señaló que esta antología revela muchos síntomas de la época, como que “América Latina no tiene princesas, tiene poetas…” o en todo caso de muchas antiprincesas detractoras de Disney. Además de señalar que el libro no era necesariamente feminista sino un compendio de voces de mujeres.

Pedro Serrano expresó la necesidad hoy en día de lanzar una antología como ésta, de mujeres jóvenes latinoamericanas: “Esa multiplicidad, ese espejo roto y fragmentado que nos da un universo de circulación de distintas cosas que se están reflejando y se están hablando… La poesía escrita por mujeres está escrita desde una posición, nos regala un nuevo punto para mirar las cosas y el lenguaje” , dijo, además de recomendar la lectura de la poeta salvadoreña, Laurie García Dueñas, que abre el volumen, de la guatemalteca Rosa Chávez y de la chilena Begoña Ugalde Pascual.

Para cerrar la charla, la escritora Xitlalitl Rodríguez leyó un poema de Mara Pastor y otro de su autoría: “Así mi historia familiar con sogas, lazos y cuerdas. Nunca aprendí a jugar resorte. Pero soy buena estirando historias y, a veces, molestando”.

Jorge Luis Tercero