“Creo sinceramente que el cine es una gran decepción. A pesar del optimismo de Bazin, tengo la sensación de que el cine es un bastardo, un fenómeno incompleto. No creo que ustedes ni nadie haya visto jamás cine, en 120 años de vida del cine sólo hemos visto textos ilustrados. Quizás no debería quejarme tanto, cuando tenemos una tradición de 8 mil años de pintura, el cine aún es joven”, comentó el cineasta inglés Peter Greenaway durante la conferencia que impartió en el Auditorio del MUAC, como parte de una sesión extraordinario de la Cátedra Ingmar Bergman.
Las palabras y cuestionamientos del director de Los libros de Próspero, El Bebé de Mâcon o La panza del arquitecto retumbaron en la audiencia, con la fuerza de la colección de secuencias de pintura clásica o las 2 mil 201 bombas atómicas que han golpeado el suelo del planeta Tierra, entre 1945 y 1996, según la video-pieza mostrada en la pantalla del recinto.
El director nacido en Gales en 1942, proviene de una formación inicial como pintor, a la que sumó su experimentación cinematográfica iniciada a partir de 1966. Después de un largo silencio cinematográfico, periodo en el que se dedicó a trabajar y a probar otras formas de comunicación desde la cámara, a partir de la música, la danza y lo plástico, Greenaway estrenó este año su más reciente filme Eisenstein en Guanajuato (2015).
Vida y muerte del cine
Durante su intervención, el británico hizo algunos apuntes en torno a su película más reciente, sobre la que confesó que se trata de un producto de la nostalgia en homenaje al cine mudo, “y a uno de los creadores más importantes de todos los tiempos, el soviético Sergei Eisenstein.”
Además de compartir su pasión por la pintura, sus motivaciones, su trabajo en cine y sus experimentos en mancuerna con prestigiados museos, discutió sobre la antigua relación entre lo textual, lo narrativo, el cine y las imágenes en la cultura occidental.
“Tengo la creencia de que el cine está muriendo, si no es que ya está muerto”, declaró Greenaway como uno de los puntos centrales de su disertación. Refirió a la supremacía de Hollywood, entidad que ha absorbido en su seno la idea del producto que debería o no ser el cine. Por otro lado, destacó el abandono de la tradicional sala de cine: “Recientemente leí un artículo que decía que sólo el 5% del cine es realmente visto en las salas. Lo que dicta que el otro 95% de la producción no es visto presencialmente, sino en una forma diferente, en soledad: en televisiones, DVD o en dispositivos. Ya no en lugares como un cine”.
Otra de las razones que justifican la muerte del cine está en la relevancia que el director de un filme ha perdido ante el editor. Para Greenaway, es el editor el verdadero responsable del sentido de una película, y sobre todo en nuestros días, con el avance de la tecnología.
Pintor del cine y la imagen
Greenaway, quien podría considerarse más que un cineasta una especie de pintor que trabaja a partir de la imagen-movimiento, charló también de la antinaturalidad de la experiencia cinematográfica: muchos humanos congregados en un espacio oscuro y cerrado sin ningún propósito. “Ustedes no son animales nocturnos. ¡Qué demonios hacen en la oscuridad! Y se les forzará a estar quietos 120 minutos viendo en una sola dirección hacia una pantalla de luz”, dijo el cineasta.
Durante la conferencia, además de algunas escenas de Las maletas de Tulse Luper, Greenaway presentó secuencias de sus trabajos visuales entre los que destacaron: “Atomic Boms on the planet Earth”, “Pompeii to Mussolini”, “Four american compusers”, “Lucca Tower Stories” o “Writing on Water”, entre otros. Toda una antología de construcciones visuales, que sin ser cine, se convierten en una alternativa plástica que logra conectar la pintura, la música con las nuevas tecnologías y, por supuesto, las películas.
¿Qué hay más allá del cine?
Al final de la sesión, en este debate contra y a favor del cine que el británico ha acometido con su polémica declaración de ecos nietzscheanos, “El cine ha muerto”, al cineasta se le escaparon un par de reflexiones optimistas sobre la naturaleza, la invención y el arte. Para Greenaway, el cine como lo conocemos, inevitablemente, habrá de desaparecer pronto, pero algo habrá de reemplazarlo, quizá, como sucedió a la era de la pintura, será algo cuya sustancia mimética sea más compleja y elaborada.
Jorge Luis Tercero
La conferencia de Peter Greenaway se encuentra disponible en el canal de YouTube de Cátedra Bergman.