La obra Peek Chuun, escrita y dirigida por Diego Álvarez Robledo, invita a repensar el sentido de la vida, la búsqueda del “yo” durante aventuras que se mezclan con un repertorio fantástico de mitos y leyendas mayas, que impactan no solo por su fuerza visual sino también por la capacidad actoral del elenco, cuyos integrantes sostienen que este ha sido uno de los mayores retos profesionales a los que se han enfrentado.
El montaje está inspirado en el texto Peer Gynt, del autor noruego Henrik Ibsen. Sin embargo, dijo el director durante una sesión de Aula del Espectador de Teatro UNAM, era necesaria una adaptación del texto a lo que acontece en territorio mexicano, específicamente en la península de Yucatán. Pero la historia no abarca únicamente esa región, sino que aparece una amplia galería de personajes que se entrelazan con los mitos populares de los lugares a los que se viaja en el relato.
El protagonista, Peek, recorre el mundo y se sumerge en sus fantasías y delirios para después regresar a casa, con la mujer que ha dejado, pero ni él ni ella son los mismos: la distancia entre las experiencias que han vivido los ha transformado. Esta situación, mezclada con leyendas populares como las de el Xibalbá y Los peces que ofrecen deseos, va acompañada del esfuerzo por parte de los actores, quienes interpretan a distintos personajes dándole a cada uno su propia esencia.
La obra, producida por Teatro UNAM y la compañía Principio Investigadores Escénicos, cuenta con las actuaciones de Belén Aguilar, Enrique Arreola, Manuel Cruz Vivas, Fernanda Echevarría, Daniela Luque, Fidel Monroy, Miguel Pérez Enciso, David Juan Olguín Almela y Lucero Trejo.
El diseño de vestuario es de Julia Reyes, el diseño musical de Daniel Hidalgo, la escenografía e iluminación de Rodrigo Martínez, el diseño de proyecciones de Miriam Romero y Daniel Primo, la asistencia de dirección de Paulina Orduño y la coordinación de vestuario de Cristina Castañeda, asistida por Johana Alejandra Muñiz.
Los integrantes del elenco comentaron que la puesta representó un reto tanto por la variedad de personajes tan distintos entre sí, como por el esfuerzo físico que implicó cada una de las interpretaciones, debido a los numerosos movimientos realizados en escena.
Daniel Hidalgo afirmó que la música forma parte del territorio en el que se desarrolla la obra, la península yucateca, pero también se integra a la evolución de los distintos roles, dotando de particularidad a cada arco que se ve en escena.
Peek Chuun enfrentó retos no solamente dentro del escenario. La obra había sido seleccionada por Teatro UNAM para representarse durante el periodo de la pandemia, cuando se suspendieron las actividades, por lo que para su montaje hubo que volver a reunir a todo el elenco y reiniciar el trabajo. Esto supuso un desafío mayor del que se había previsto.
Lejos de ser un problema, el director puntualizó que en este proyecto se siente el esfuerzo y la pasión de cada uno de los integrantes, donde, reitera, se colocaron sensibilidades totalmente genuinas. Su asistente, Paulina Orduño, señaló que el proceso del proyecto continúa creciendo y aprendiendo en cada función.
La obra ofrece una mirada de la vida en la que cualquier espectador se podrá sentir identificado. Sin embargo, su mensaje no se limita a ese punto: es capaz, dentro de sus complejidades y riqueza visual, de intercambiar muchas más interpretaciones con el público, permitiendo que cada una de las escenas, con su propia atmósfera, se expanda en un abanico de oportunidades para viajar hacia la imaginación, mencionaron los integrantes de este proyecto.
Peek Chuun se presenta hasta el 4 de diciembre en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario, con funciones los jueves, viernes y sábados a las 19 horas y domingos a las 6 pm. Para más información consultar la página teatrounam.com.mx y las redes sociales de @TeatroUNAM.
Ernesto Montaño
Peek Chuun, obra escrita y dirigida por Diego Álvarez Robledo, puede verse hasta el 4 de diciembre. Más información en cultura.unam.mx.