Retirar el velo a la violencia en el matrimonio, propuesta del proyecto Nupcial

Nupcial. Trazos en torno a la violencia doméstica es un proyecto que integra performance, instalación y video. Del 12 al 22 de mayo es presentado por la Colectiva Soy Nosotras en la Galería Helen Escobedo del Museo Universitario del Chopo, donde el espectador tiene a la vista 18 vestidos de novia intervenidos y suspendidos bajo el comportamiento de nube, lo que devela el entramado de violencias que no pocas veces acompaña al acto de casarse.

Nupcial lo mismo significa nube que velo. Quienes participan en este proyecto artístico pensaron en la posibilidad de que los velos tuvieran el comportamiento plástico y objetual de nube. Querían señalar en esta disposición de los vestidos en el espacio, ya una vez intervenidos, cómo es que deambula su andamiaje simbólico en una cultura que se ha dado a la tarea de hilvanar y sostener el matrimonio como una de sus principales estructuras.

Se trataba de desmontar los factores nocivos y los riesgos que conlleva la condición romántica e idealizada del matrimonio cuando se ve atravesado por el fenómeno de las violencias, de acuerdo a lo que dice en entrevista la curadora comisionada de la instalación, Mónica Ornelas.

“Nos interesó sumarnos a la develación de estas diversas violencias que pueden acompañar al hecho de contraer nupcias. Asumimos que se está retirando el velo y que resulta insostenible este factor ideológico e idealizado del matrimonio, ante el comportamiento violento que traemos a cuestas y generamos como sociedad”, explicó.

A los vestidos intervenidos se integran audios con los que se exponen, desde el anonimato, testimonios de maltrato y agresiones padecidas durante el matrimonio. Son relatos valientes que revelan la expectativa de una vida compartida sostenida por una promesa amorosa, que en el momento menos pensado se desmorona cuando irrumpe en el hogar la violencia doméstica. En el afán de romper el secreto, se comparten estas vivencias dolorosas, lo cual ayuda a comprender que una de las complicidades más efectivas para las violencias es precisamente el secreto, consideró Ornelas, también docente y fotógrafa.

La instalación es un proyecto político que no se limita a  la denuncia colectiva, es paralelamente una experiencia estética y sensorial que va más allá de lo estrictamente artístico, recrea configuraciones intelectuales más reflexivas. La Colectiva Soy Nosotras reconoce el poder simbólico del arte, sabe que éste coadyuva a las transformaciones perceptivas, a la vez que permite cuestionar las concepciones de las cosas normalizadas e instituidas.

Ornelas dijo que este proyecto se originó por iniciativa de la artista canadiense Christine Brault, fundadora de la Colectiva. En el periodo de la pandemia lanzó una convocatoria para trabajar de manera virtual elaborando algunos mensajes, figuras y consignas en los cubrebocas, mediante bordados, pinturas y textos. “Iniciamos un acompañamiento, una andanza compartida, lo que derivó en un videoperformance que se llamó No nos vamos a callar. Las integrantes hacíamos una suerte de coreografía-denuncia en medio de la pandemia, cuando se vivía una suerte duelo por estar restringidas en casa. Se entremezcló el problema de la COVID con el afán de sostener vigente la digna rabia para manifestarnos”.

“Un segundo proyecto -continuó Ornelas- fue el relacionado con mujeres migrantes en Canadá que se concretó con un trabajo videográfico. En aquel entonces recibimos una donación de 25 vestidos de novia. De manera muy pronta resolvimos su intervención con la idea de señalar así el incremento de las violencias domésticas que se suscitan a nivel internacional. El proyecto aterrizó a modo de instalación artística”.

La intención fue desmontar la condición ornamental de belleza cuando se piensa en el matrimonio. “La instalación rebasa la posibilidad de las palabras, de golpe vuelca una serie de significados y genera en el público una impresión estética de la que pretendemos salga conmovido, pudiendo identificar en primera persona una problemática vivida y que sea solidario al promover desde distintas trincheras los cambios que se requieren. No pretendemos adoctrinar, creemos en proyectos que movilizan transformaciones. Buscamos que el público se sacuda y afecte positivamente al reconocer que la violencia doméstica no es un asunto del orden de lo privado o personal, sino de salud pública”.

A los vestidos suspendidos en la exhibición se suman los valores performáticos y se articula un lenguaje artístico. Uno como espectador se da cuenta de que la propuesta tiene el alma para seguir creciendo en diversas latitudes, pues es un proyecto trashumante que transita bien por distintas latitudes.

La Colectiva Soy Nosotras lo integran: Christine Brault, Norma Miriam Hernández Rosas, María Fernanda Gutiérrez, Ydalid Melo Escobedo, Adriana Ortiz Stern, Tania Andrade, Ángela Barraza, Yoatzin Balbuena Mejía, Norma Angélica Silva Gómez, Sandra Martí (besadora de ciudades), Leticia Olvera, Citlalli Rendón Teseida Resoluta, Ingrid Castro González, María Andreína Escalona, Sarabeth Triviño y Mónica Ornelas.

René Chargoy Guajardo

El proyecto Nupcial. Trazos en torno a la violencia doméstica se presenta en el Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de mayo. Más información en cultura.unam.mx.