Después de pasar por campos de concentración en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, Max Aub se afincó en México en 1942, no sin retribuir con creces a la tierra que lo recibió: el artista de origen franco-alemán no sólo escribió aquí la mayor parte de su obra; como promotor cultural, dentro de la UNAM, dio origen a un proyecto pionero: el acervo de lecturas en voz de sus autores más importante de América Latina.
Benito Taibo, director de Radio UNAM, lo recuerda: “Contemporáneo de los poetas españoles de la Generación del 27 y amigo de muchos de ellos, pensaba que sus voces, no sólo escritas, sino sonoras y potentes, no merecían caer en el olvido, sino ser rescatadas y preservadas para la posteridad, igual que la de muchos mexicanos y mexicanas. Ya trabajando en la UNAM, en 1955, Max Aub le propone al departamento de Difusión Cultural la idea de grabar esas voces, en la que años más tarde sería la colección Voz Viva de México”.
En 1959, Radio Universidad –de la que Aub fue director- adquirió tecnología de punta para soltar rienda al proyecto: una grabadora portátil Ampex 30 de carrete abierto, la cual permitiría grabar a los autores en donde se requiriera, sin necesidad de hacerlo en un estudio. El primero de ellos fue Alfonso Reyes, quien, en Cuernavaca, dio lectura al poema Ifigenia cruel y fragmentos de Visión de Anáhuac (1519). El lanzamiento de esta colección fue anunciado en la Gaceta de la UNAM en 1960.
Luego seguirían las voces de Jaime Torres Bodet, Carlos Pellicer, Martín Luis Guzmán y Artemio de Valle Arizpe. Por más de seis décadas, este acervo ha registrado, conservado y difundido la voz de las figuras de las letras más destacadas de México, en la lectura no sólo de textos literarios, también de política y música; entre ellos de Octavio Paz, Eduardo Lizalde, Lázaro Cárdenas, Carlos Fuentes, Jaime Sabines o José Agustín, y de autoras como Inés Arredondo, Margarita Michelena, Dolores Castro, Elena Poniatowska, Margo Glantz… Una colección que obtuvo el registro como Memoria del Mundo por la Unesco en 2005.
Más tarde, Aub creó otra serie dedicada a autores latinoamericanos: la colección Voz Viva de América Latina, que contiene, entre otras, las voces de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa.
“Gabriel García Márquez grabó él mismo Cien años de soledad antes de que se publicara”, destaca Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, al presentar esta nueva etapa de Voz Viva.
“Es la colección fonográfica más importante de América Latina y es la única en su tipo en muchos lugares del mundo”, destacó Beltrán. El acervo reúne, además de las dos series mencionadas, otras nueve: Literatura Mexicana, México Popular, América Latina Popular, Testimonios Políticos, Música Nueva, Folklore, Música para la Escena, Universitarios y Edición Especial.
A lo largo del tiempo –recuerda Beltrán- esta colección ha llegado al público en diversos formatos: primero en discos de vinil de 33 revoluciones; luego en cassettes y más tarde en discos compactos, acompañados de un cuadernillo de notas sobre la obra, y con un énfasis en el arte de la portada, cuya primera selección estuvo a cargo de Vicente Rojo e incluyó obras de Remedios Varo, José María Velasco, Frida Kahlo, José Clemente Orozco y Lilia Carrillo, entre otros artistas.
Nueva etapa
Los cambios tecnológicos han marcado las pausas en la difusión del acervo. “Voz Viva quedó como voz muerta por la tecnología”, señaló Beltrán.
Si bien algunas grabaciones fueron llevadas a un formato digital más reciente y puestas en línea por DescargaCultura.UNAM, una etapa más ambiciosa ha sido puesta en marcha: la colocación del repositorio en un sitio de acceso libre, universal y gratuito, que puede consultarse en vozviva.unam.mx.
Cerca de 650 cintas de carrete abierto de una pulgada, que son custodiadas por la Fonoteca Alejandro Gómez Arias de Radio UNAM, contienen 285 grabaciones que están siendo digitalizadas y restauradas con el apoyo de la Fonoteca Nacional. De estas, 85 ya están disponibles en línea.
Además de la nueva plataforma, Libros UNAM ha impreso tres títulos, que a través de un código QR dirigen al audio del sitio. Estos son Notas para un árbol genealógico y otros poemas de Margarita Michelena, El Rayo Macoy de Rafael Ramírez Heredia y Casa rodante de Myriam Moscona, quien describió la experiencia de disfrutar las voces de este archivo como “la aventura de leer con los ojos cerrados”.
Los próximos títulos por publicarse, adelantó Myrna Ortega, secretaria de Extensión y Proyectos Digitales de CulturaUNAM y quien ha encabezado este proyecto, son de Javier Sicilia, Cristina Rivera Garza y de la recién fallecida Luisa Josefina Hernández.
María Eugenia Sevilla