La palabra inglesa loop tiene diferentes significados, entre ellos, puede remitir a un bucle, a un circuito, a la acción de recorrer ese circuito, o a un nudo o atadura. Los personajes de la puesta en escena Loop microcosmos humano se encuentran precisamente en un loop, que es mejor no traducir al español, pues representa diversas cosas.
En El lobo estepario, Herman Hesse lleva a su protagonista a una lucha descarnada cara a cara con la identidad que habita dentro de él, que es parte de él. La personalidad fragmentada de ese lobo estepario que es Harry Haller es un tormento para ambos, el lobo y él, que después de todo, no son sino dos partes de un mismo ser. Podríamos decir que todos llevamos dentro un lobo estepario. No mentiríamos, sin embargo, pareciera que llevamos por momentos diez, veinte, cincuenta o cien lobos esteparios dentro, y de eso se trata Loop microcosmos humano, de la frágil y fascinante psique humana.
Cada uno de los personajes de la obra es un lobo estepario, una unidad en sí mismo y una parte del gran todo; cada uno de ellos, que se encuentran atados entre sí, es parte esencial del circuito que, a fin de cuentas, les (nos) toca recorrer a todos juntos. Cada uno se define, sujeta y explora alrededor de un evento pasado que da la sensación de caer en un bucle interminable que se repite una y otra vez.
Con la dirección de Vivian Cruz, catorce actores que están cerca de graduarse, se re-presentan a sí mismos en escena, tan auténticamente como les es posible, mientras nos llevan en un viaje por una montaña rusa de emociones. La Caja Negra del CUT, por la intimidad que permite entre actores y público, sirve de escenario perfecto a esta puesta que involucra, además de la capacidad histriónica de los participantes, contenido multimedia que hace de la obra una fiesta de emociones e historias, colores y sonidos vibrantes.
Loop microcosmos humano hace frente al eterno problema de la identidad. “Cuando me pregunto, quién soy yo, lo más probable es que me remita a mi nombre, a mis experiencias, a las personas que me rodean”. Habría que hacer un paralelo entre esta construcción y la de un personaje en manos de un actor, a quien hay que dotar de nombre, de experiencias, de otra vida. En este caso, el problema se multiplica, pues los actores deben asumirse como ellos mismos, y como personajes de una obra, y verter en el personaje el nombre, la experiencia, la identidad y la vida propia.
Posiblemente por la desgarradora honestidad de cada una de sus historias, es que cada personaje logra calar hondo en el propio ser, “porque lo que soy se desdobla ante lo que es el otro y todos ellos son parte de mí, y puedo reconocerme en ellos”. A decir verdad, la obra resulta catártica, pues los espectadores se reconocen en la experiencia del abandono, el amor, la muerte, el nacimiento, el dolor, el abuso. En fin, de la vida.
Eleonor González Roldán
La obra Loop microcosmos humano se presenta en la Caja Negra del CUT hasta el 2 de abril. Consulta los horarios en www.cultura.unam.mx.