La vieja rabiosa del Norte, obra de teatro profundamente humana

Desmadrosos, lúdicos y busca pleitos, así son los cuatro adolescentes que pretenden, a como dé lugar, cruzar las fronteras desde Centroamérica y hacer de su destino final los Estados Unidos, un sueño que en el tránsito es rodante pesadilla. Y ahí van arriesgándolo todo, montados en La Bestia, atrapados en sus ilusiones, violentados por las mafias uniformadas y no. Son chicos con el miedo a flor de piel, y aun así dispuestos a verse las caras con la vieja rabiosa del Norte y, al menor descuido, colarse por cualquier rendija que los lleve a las calles donde se habla inglés y se gana en dólares.

Con un buen ánimo y la nostalgia entremezclados, cuatro voces armonizan para cantar su compartido dolor y rabiosa esperanza. Dicharacheros y bromistas ellos: Manu, acompañado de sus primas, la Martha y la Paty, y otra niña robusta, cuentan sus penas y anhelos en rap.

 

La Vieja Rabiosa del Norte, inspirada en el libro Los niños perdidos, autoría de Valeria Luisselli, es una pieza dramática profundamente humana. El dramaturgo, originario de Parral, Chihuahua, Antonio Zúñiga, toma como punto de partida dicho texto para recrear una historia poderosa sobre la inmigración forzada de niños y jóvenes.

El título de esta obra teatral es una metáfora inspirada en las declaraciones de una mujer estadounidense, que dijo a un periodista estar dispuesta a evitar a toda costa que por sus tierras pasaran los inmigrantes. Quizá se habrá referido a ellos con un acento de odio como esos morenos sucios, pobres a la deriva, irrespirables.

Su estreno fue el jueves 15 de agosto en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, del Centro Cultural Universitario, un espacio que les exigió reelaborar su discurso escénicamente, “hacer una adaptación de la plástica de su propuesta, que tiene que ver mucho con la inmensidad del desierto y con estos lugares donde se detienen los migrantes en el camino”, según declaró en una entrevista Ray Garduño, director del montaje.

Él mismo cuenta que se trabajó en adaptar la escenografía con Jonathan Ruiz de la Peña. A nivel actoral superaron satisfactoriamente el reto porque esta obra, ganadora del Programa Nacional de Teatro Escolar del INBA, y que lleva 60 representaciones dedicadas a estudiantes en Tijuana, originalmente tiene un frente y en el foro universitario dispusieron de dos.

Lo importante para Garduño es invitar a que el público reflexione sobre la condición del migrante como ser humano, hacerlo ver como cualquiera de nosotros que igualmente buscamos mejores condiciones de vida, con la diferencia de que ellos enfrentan mayores riesgos y miles de vicisitudes para finalmente coronar su propósito.

Pertinente es hablarle al público de aquello que no pocas veces tratamos de invisibilizar: realidad lastimera sin tregua y borrosa a la distancia. La vieja rabiosa del Norte da lugar a que también reparemos sobre la reciente animadversión, y que se difundió ampliamente en las redes sociales, hacia los integrantes de las caravanas de hondureños que han pasado por nuestro territorio nacional.

Esta obra que entrelaza gestos, miradas, pensamientos y una antorcha de imágenes, está hecha de gotas de sudor, de voces que se accionan con el viento, de palabras con las que se reinventan nuevas historias. Los personajes, de carne y hueso, entonan y comparten sus sueños, no se sienten blandos ni víctimas. Un trozo de canción es todo lo que llevan consigo. Se van para no regresar nunca, su corazón sonámbulo lo sabe. El canto cardenche los despide.

Música en vivo, cine de mano para proyectar los escenarios de la travesía. La obra de Antonio Zúñiga se estrena ahora en la Ciudad de México. Se presenta dentro del ciclo Teatro por la Dignidad, “una iniciativa emprendida desde 2017, encabezada por el director y dramaturgo Luis de Tavira, como respuesta al discurso y política racista y antiinmigrantes” del viejo rabioso del Norte, cuyas iniciales son DT. ¿Degradación Temible?

René Chargoy

La vieja rabiosa del Norte, de Antonio Zúñiga con dirección escénica de Ray Garduño, se presenta hasta el 25 de agosto en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario. Funciones: jueves y viernes 20 horas, sábados 19 y domingos 18 horas. Todos los detalles en www.cultura.unam.mx.