Un danzante azteca es liquidado a balazos en medio de un accidente de tráfico, un grupo de personas transporta un cadáver dentro de la marcha lésbico-gay y una familia se reencuentra a causa del crimen organizado y la violencia; estos son algunos de los ingredientes de Familia Gang, último filme Armando Casas.
En entrevista, el director habló acerca del modo en que se abordan los temas del narcotráfico o la violencia nacional en la película. Sobre el primer tema, Casas explica que, como ya lo había hecho en Un mundo raro (2001), le interesa cuestionar las nupcias entre lo mediático y el crimen organizado.
Familia Gang gira en torno al intento de homicidio y la suplantación de un poderoso hombre de la mafia apodado “El Coyote”. Todo sucede en una jornada, en medio del ajetreo causado por el intento de homicidio perpetrado contra el capo y “Topillero” (Rafael Inclán), un criminal menor, tendrá la misión de conseguir un cadáver para que el gobierno y miembros del cártel puedan simular la muerte de su convaleciente jefe.
Retrato de una familia criminal
Una anagnórisis sin igual se gestará para el antihéroe “Topillero”, quien habrá de reencontrarse con su ex esposa Dalia (Elpidia Carrillo) y su hijo perdido (Humberto Busto). A partir de tal suceso y mientras intentan escapar de los federales y de los sicarios de otros grupos delictivos, la familia que acaba de reencontrarse tendrá que completar la misión.
Sobre la realización de Familia Gang, Casas explicó que tuvo que coordinar escenas de acción con balaceras, motocicletas y helicópteros. Asimismo, el director confesó que entre las secuencias de acción y las de tono dramático o cómico, siempre ha preferido las que le permitan trabajar mejor la ironía.
La película, que cuenta con las actuaciones Humberto Busto, Jorge Adrián Espíndola y en un papel especial, Joaquín Cosío, se encuentra deliberadamente en la frontera estética entre el mal gusto y una perversa visión surrealista. Casas emplea estos recursos para representar un México contradictorio y decadente donde los grandes narcos escapan de prisiones o se hacen pasar por muertos, mientras en la televisión se cantan los grandes operativos policiales de las autoridades.
Visualmente la película se debate entre dos imaginarios cinematográficos bastante peculiares, el del excéntrico cineasta texano Robert Rodriguez, director de El Mariachi; y el surrealista Luis Buñuel, creador de Los Olvidados y una de las grandes influencias de Casas.
La cinta cuenta con el guión del dramaturgo Luis Ayhllón, quien nos invita a mirar dentro de una farsa casi inverosímil del México contemporáneo, de la que al final el espectador no podrá distinguir si se trata de una película o una colección de situaciones extraídas de la realidad. ¿Ficción irónica o realidad de una familia que tiene que sobrevivir a la violencia en México? Al final, sólo el que mira podrá decidir.
Jorge Luis Tercero
Familia Gang se proyectará en la Sala Julio Bracho del CCU. Consulta los horarios en www.cultura.unam.mx.