La melancolía del turista, teatro de objetos documentales

La melancolía del turista es un espectáculo íntimo, una galería de espejismos y mirada crítica sobre el imaginario del paraíso.

El propósito es crear un inventario de preguntas sobre los motivos que nos llevan a convertirnos en turistas en diversos ámbitos de la vida, aún dentro de nuestra propia ciudad, barrio o calle. Y en ese trayecto, al menos, aproximarnos a conocer el sentido de la pertenencia y ahondar en la melancolía como un estado anímico suspensivo, que nos conduzca hacia el deseo de reinventarnos.

Cortesía Museo del Chopo
Cortesía Museo del Chopo

Shaday Larios, de la compañía mexicana Microscopía Teatro, y Jomi Oligor, de la española Hermanos Oligor, exploran con un aliento poético esta fantasía, a través del lenguaje particular hecho de objetos, mecanismos y miniaturas. Y lo describen pausadamente y a detalle porque ellos mismos creen que lo inanimado tiene alma, y eso mismo los empuja a interrelacionarse con sujetos invisibles y objetos a los que dotan de movimiento y significado.

En La melancolía del turista uno se introduce en atmósferas de lo íntimo, a la vez que fluye en el enigma de lo insignificante. Este es un teatro de objetos e indagación documental que reseña y muestra cómo desde varias perspectivas y niveles uno se constituye en el extranjero, el extraño que contrasta imaginarios entre ciudades antes “paraísos turísticos” y ahora ya decadentes.

Aquí, los objetos se convierten en sujetos para contar sus historias, las vidas y anécdotas de quienes un día estuvieron con ellos. Documental escénico que parte de cosas que han tenido un uso, unos dueños y un pasado. Objetos a los que se les da protagonismo, voz y presencia para que los espectadores vivan la representación con una cercanía que les conecte con la poesía, la ternura, la emoción y la humanidad que envuelve a estos mismos objetos.

Los protagonistas de La melancolía del turista son un antiguo sombrero, una postal o una vieja fotografía. A través de ellos y de todo lo que los rodeó, se va hilando el relato que nos habla de la expectativa de viajar, de las ilusiones que esto conlleva, de las anticipaciones e imágenes que se construyen previo a conocer un nuevo espacio. El turismo como metáfora de las esperanzas.

¿Y de dónde la melancolía? “De un estado de consciencia, de percepción, que acontece en esa suspensión de las vidas que se suele llamar periodo vacacional, en el cual nos damos cuenta de ciertas rupturas y discontinuidades, sobre todo en los contextos que aparecen en la obra… Son lugares a los que fuimos, y que en algún momento han sido espacios vacacionales muy renombrados, pero que ahora están en decadencia. Las imágenes de esos sitios que fueron paradisíacos; sin embargo, en contraste con lo real, no calzan. Hay un hueco ahí, un vacío”.

Y a eso se refieren con melancolía los creadores de esta obra que genera intimidad, donde los espectadores casi pueden oír susurrar a Shaday Larios y Jomi Oligor, simultáneamente a que desvelan las historias que se esconden detrás de ciertos objetos. Historias que no son contadas por personas, “sino por los souvenirs típicos de vacaciones, aquellos que desde un marco con ribetes de óxido, una vitrina con polvo o un álbum amarillento nos hablan de momentos fugaces y paraísos perdidos”.

Ambos artistas recrean en escena —y a través de diversas memorabilias— dos destinos de veraneo famosos en las décadas de los 30 y los 50, “que hoy ya no se parecen nada a lo que fueron, pero a los cuales es posible regresar gracias a una suerte de máquina del tiempo armada con objetos análogos”.

René Chargoy Guajardo

La melancolía del turista, creación de Oligor y Microscopía, se presenta en el Museo Universitario del Chopo el jueves 9 y viernes 10 de enero a las 20 horas, el sábado 11 a las 7 pm y domingo 12 a las 18 horas. Más información en www.cultura.unam.mx.