Sin olvidar la memoria de los 43 de Ayotzinapa y la amenaza que representa Donald Trump a los migrantes latinoamericanos, una Patti Smith emotiva y entregada cantó y recitó frente a aproximadamente dos mil personas en Casa del Lago. Allí confesó que esta vez regresó a México en busca de los pasos del mítico detective salvaje, Roberto Bolaño.
La tarde del sábado 2 de septiembre, con toda la sencillez de quien se encuentra acompañado de amigos queridos, Patti Smith (Chicago, 1946) se paró frente al micrófono y levantó su voz para clamar a capela una de sus canciones legendarias, “People Have the Power”.
Invitada a las sesiones del proyecto Café La Habana, espacio emblemático donde se reunieran Bolaño, Mario Santiago Papasquiaro y el resto de la pandilla infrarrealista, Smith presentó en México, por primera vez, su poema “Hecatombe”, dedicado a la memoria del chileno, autor de obras como 2666, Perros Románticos o Una novelita Lumpen.
Acerca los desaparecidos, las mujeres asesinadas y los periodistas víctimas de la violencia en México, Smith expresó su rabia sin tapujos: “No soy hábil para la política, pero sí puedo expresar mi coraje, pena y enojo porque soy madre y exijo justicia como lo hacen las madres de esos jóvenes desaparecidos”, dijo la poeta y cantante antes de dedicar a las víctimas de la violencia en México, su versión de la canción de U2 “Mothers of the Disappeared”, que interpretó en compañía del guitarrista Lenny Kaye.
“Estaba nevado en la noche de Navidad. Nosotros caminamos hacia Times Square, para admirar una publicidad que rezaba: La guerra ha terminado si tú lo quieres así. Feliz navidad de John y Yoko”, recordó Smith entre nostalgia, versos y canciones, para luego dedicar unas líneas de su libro de memorias publicado en 2010, Just kids, al fotógrafo Robert Mapplethorpe.
Cantó “Beneath the Southern Cross” a la memoria de Sam Shepard, actor, dramaturgo y gran amigo suyo, quien falleció a finales del julio pasado. Smith compartió que durante muchos años Sam y ella albergaron el sueño de rentar una camioneta para recorrer todo México y por ello esta visita era también una forma de homenajearlo y no olvidar su sueño.
La cantante recordó una visita al Museo Frida Kahlo, donde después de un altercado con ese mal que azota a los extranjeros que prueban la comida mexicana, conocido como la “venganza de Moctezuma”, le fue permitido, durante un rato, recostarse en la que fuera la cama del gran muralista mexicano. “Diego no estaba ahí, pero ésa era definitivamente su cama”, bromeó la cantante.
“Levántate, Roberto/ Alza tu ballesta/ Levántate por el centro/ Baila sobre las aguas/ Un baile lento/ que haga temblar la tierra/ con tu furia extasiada”, leyó en el escenario Juan Villoro, quien fue el encargado de compartir la versión en español del poema “Hecatombe”.
Durante la sesión, también sonaron clásicos como “Wing” o “Because the Night”, que cantó para su gran amor Fred “Sonic” Smith, fallecido en 1994. De igual modo se escuchó el cover “Can’t Help Falling in Love”, y para el momento cumbre, la intérprete cerró con “People Have the Power”, a toda guitarra y pulmón, para recordar a esos Trumps de nuestra época que la gente libre no es esclava de nadie.
Jorge Luis Tercero