La fúnebre góndola que va de la música a la poesía

Franz Liszt escribió La lúgubre góndola, un par de piezas compuestas por la muerte de Richard Wagner. Con tal obra, Liszt se transforma en el inventor de Wagner, en el hombre que lo vio surgir y desaparecer. En torno a esta pieza, el escritor sueco Tomas Tranströmer escribió su poemario La fúnebre góndola (1996).

Nacido en Estocolmo en 1931, a Tranströmer se le reconoce como uno de los escritores más importantes de Suecia, además de haber sido galardonado con el premio Nobel de Literatura en 2011. La fúnebre góndola es una colección de poemas que el escritor sueco elaboró como una reinterpretación lírica de la pieza de Liszt. Además, al igual que su correlato musical, el libro de Tranströmer pareciera dividirse en dos etapas, el antes y el después de la hemorragia cerebral que sufriera el poeta, a mediados de la década de los 90.

La poesía que el escritor sueco nos ofrece en este poemario contrasta con la música de La lúgubre góndola, porque mientras en la obra de Liszt se percibe la tristeza ante la muerte de un amigo, en los versos del poeta se hace presente una oscuridad melancólica aunada a una fuerte ironía. Mientras el poeta habla de la relación de Wagner y Liszt, también evoca con sus letras un viaje de un tren a través de la antigua República Democrática Alemana, el silencio y las ciudades.

Este libro es el primero en el que el escritor se aventura en el estilo poético japonés denominado como haiku: Los cables de alta tensión / Se despliegan por el reino del frío / Al norte de toda la música. Los haikus de Tranströmer son de una fuerza expresiva y simbólica peculiar, en la que elementos de diversas índoles (objetos cotidianos mezclados con elementos de naturaleza casi mágica) se combinan entre sí para generar sensaciones metafísicas o viñetas delirantes.

El lector descubre que los poemas de La fúnebre góndola nacen de las meditaciones y el silencio; una victoria sobre el olvido y la muerte: El piano que ha callado (pero sí escuchado) / Durante todo el Parsifal / Finalmente puede decir algo. / Suspiros… sospiri. La poesía de Tranströmer también se configura como un recorrido vertiginoso del lenguaje lleno de paisajes de hielo, reflexiones sobre la muerte, sobre la nostalgia y la oscuridad que, a pesar de todo, irradia como alguna pintura de Rembrant una poderosa luminosidad.

Jorge Luis Tercero

La edición bilingüe de La fúnebre góndola (Sorgegondolen, 2012), de Tomas Tranströmer, a cargo de Aline Petterson, está disponible en librerías universitarias. Informes: www.cultura.unam.mx.