– La mundialmente reconocida coreógrafa Déborah Colker Deborah Colker creo la coreografía OVO, para el Cirque du Soleil y en 2016 fue directora de movimiento en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río
– Se presenta el miércoles 30 de octubre y el jueves 31 de octubre, en el Centro Cultural Universitario
Río de Janeiro, Brasil, 2014. Atorada en un embotellamiento de tres horas, la coreógrafa Déborah Colker abre un libro de João Cabral de Melo Neto. Cuando lee el poema O cão sem plumas (Perro sin plumas), comienza a llorar. “En ese momento decidí que sería la próxima obra de la compañía”, recuerda.
El poema, escrito en Barcelona y publicado en Brasil en 1950, evoca el flujo del río Capibaribe, que atraviesa el centro de la ciudad de Recife, capital de Pernambuco, donde nació el poeta João Cabral. Hasta esa zona se trasladó Déborah Colker.
Pasó “Casi un mes en el barro. Vimos los ritmos caboclinho, cavalo-marinho, maracatu, vimos gente, la gente de Capibaribe, los manglares, filmamos cada minuto.”
El resultado fue la coreografia Perro sin plumas, su primer trabajo de temática explicitamente brasileña en tres décadas de trayectoria artística. La obra, que obtuvo en el 2018 el Premio Benois de la Danse, se presentará el miércoles 30 de octubre a las 8 pm, y el jueves 31 de octubre a las 6 pm, en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
Perro sin Plumas, al igual que el poema homónimo que lo inspiró, expone con crudeza y sensibilidad las condiciones de vida de las poblaciones ribereñas, la indiferencia de las élites y la relación de los habitantes con los manglares.
“Decidí crear un hombre-animal con los bailarines –explica la creadora–. En los ensayos no les permitía improvisar. Habían referencias musicales, no todas del noreste; Samba, jongo, kuduro, con ellas creé el cuerpo de un cangrejo.”
La coreografía es una fusión de danza contemporánea y teatro físico, donde los cuerpos de los bailarines se transforman en símbolos de lucha, resistencia y esperanza.
“No pretendía que Cão Sem Plumas fuera política, pero finalmente terminó siéndolo debido al contenido del poema, y a las imágenes. Es un espectáculo con cosas inconcebibles, que nunca deberían haber sido permitidas. Aboga en contra de la ignorancia humana. Destruimos la naturaleza, los niños, todo lo que está lleno de vida”, agrega.
Para Colker, esta obra incluye la elegancia de lo clásico, el barro de las raíces y una visión contemporánea. “Para mí, el nombre de esto es João Cabral”.
La Compañía de Danza Deborah Colker, debutó en 1994 con el espectáculo Vulcão y rápidamente se consolidó como una de las agrupaciones más innovadoras de la escena internacional. Su enfoque en la relación entre el cuerpo y el espacio, junto con su capacidad para explorar temas existenciales como el amor, el deseo y la identidad, han permitido a la compañía trascender los límites de la danza contemporánea.
Ha sido galardonada en múltiples ocasiones, incluyendo el prestigioso Premio Laurence Olivier en 2001 por la obra Mix. Su trabajo se ha presentado en los principales teatros del mundo y ha colaborado con reconocidas instituciones como Cirque du Soleil. En 2018, la coreografía de Cão Sem Plumas (Perro sin Plumas) le valió a Colker el Premio Benois de la Danse, obra en la que se destaca su maestría artística y compromiso con las problemáticas sociales.
