Alguna vez escuché a alguien decir que la fotografía, en contraste con la pintura, era una forma más objetiva de retratar la realidad. Aún si nos olvidáramos de los factores en los que interviene la voluntad del fotógrafo (y esto es lo mismo que decir su subjetividad), como la luz que desea o la velocidad de la toma, basta pensar en que sólo elige mostrar una parte de la realidad para convencerse de que no es tan imparcial. De hecho, si pensamos con un poco más de cuidado, la fotografía no sólo sirve para mostrarnos lo que está delante de la cámara, sino lo que el que está detrás de ella mira a través de sus ojos; una imagen nos habla de la realidad mucho menos de lo que nos habla del espectador de esa realidad. Imagen que mira hacia fuera pero muestra lo interior.
Julián Madero y Zaida Gómez exploran esta idea en Mil cortes. Imagen de un instante, su más reciente colaboración que estará expuesta hasta finales de mayo en Casa del Lago. Según los propios artistas, las obras montadas en esta muestra tienen un fuerte vínculo con Farabeuf o la crónica de un instante de Salvador Elizondo, en la que se exploran, entre otros, los conceptos de mutilación y autopsia. Estas dos ideas, unidas a la de instante, pueden funcionar para condensar la idea tradicional de fotografía; un momento arrancado de la realidad, a partir del que podemos estudiarla con la objetividad que da el alejamiento.
Madero y Gómez, no obstante, intervienen las fotografías expuestas en Mil cortes con cristales pintados que dificultan la visibilidad de la imagen o modifican su morfología original. Así, las fotos pierden lo que tienen de claridad, para transformarse sí en un instante que no busca demostrar con diafanidad lo de fuera, sino modificarlo con lo interior. La fotografía, para Madero y Gómez, es una autopsia del individuo que la ha concebido y capturado. Mil cortes es una reivindicación de la calidad artística de la fotografía, a través de la hibridación de los métodos de representación.
Pedro Derrant
Mil cortes. Imagen de un instante, de Julián Madero y Zaida Gómez, se exhibe en Casa del Lago hasta el 29 de mayo. Informes: www.cultura.unam.mx.