IM•PULSO presenta la sinfonía dramática Romeo y Julieta de Berlioz

La sinfonía dramática Romeo y Julieta, compuesta en 1839 por Hector Berlioz y con libreto de Émile Deschamps, no es ni una ópera ni un oratorio, sino una verdadera sinfonía. Para el compositor francés, figura destacada del romanticismo, Julieta representaba “la grandeza, la belleza y la verdad dramática” de Shakespeare. En esta obra la música no acompaña al drama como sí lo hace en la ópera o en la incidental. La sinfonía Romeo y Julieta cuenta una historia dentro de la música. Es una fusión, no un híbrido de los elementos líricos y dramáticos.

Foto: Barry Domínguez.
Foto: Barry Domínguez.

David Gaitán es actor, director de escena, dramaturgo y fundador de las compañías de Teatro Legeste y Ocho Metros Cúbicos. Con su trabajo escénico busca generar en el espectador pensamientos nuevos y expresar su punto de vista sobre el mundo desde varias plataformas. Su mayor reto como creador es hacer obras que se comuniquen con el presente, pues tiene muy claro que “cada vez más, exigimos que lo que leemos o se nos dice sea breve, compacto, asertivo y estimulante”. ¿Será esa la tónica de Romeo y Julieta, que se presentará en la Sala Nezahualcóyotl dentro del Festival IM•PULSO?

Gaitán es el director de escena de este montaje que se estrena el 7 de septiembre a las ocho de la noche. En él combina diferentes disciplinas artísticas para “crear un objeto contemporáneo elocuente con la realidad”, y lo hace partiendo de una narrativa muy conocida por todos, que es la de Romeo y Julieta. Se propone dialogar con el presente a través de un coro de 50 cantantes que hacen “un gesto escénico”, y el acompañamiento orquestal de casi treinta músicos.

En su narrativa, paralela a la de Berlioz, plantea una escritura nueva del encuentro de dos amantes y para ello recurre a seis bailarines, dos actores y tres cantantes solistas, puentes todos ellos entre la narrativa que crea él como director de escena y la ya existente de Berlioz. Es a partir de esta intención que genera un diálogo con gestos performativos, que se le piden hacer al espectador durante la obra.

La presencia del espectador tiene para Gaitán un peso simbólico. Es el eslabón que termina por cerrar discursivamente las ideas que se plantean. En cuanto a su narrativa, menciona que ésta se escribe en un lenguaje cinematográfico. No es la historia de dos jóvenes enamorados de Verona, aquí el planteamiento es otro, algo distinto, y que el espectador podrá descubrir en las dos funciones que se tienen programadas.

Dos únicas funciones pareciera “una injusta fugacidad” pero, en palabras de Gaitán, “tomando en cuenta que estamos en la Sala Nezahualcóyotl, su aforo y la convocatoria que tiene el festival, será el equivalente a una temporada de un mes a teatro lleno”.

En este montaje, planteado como un homenaje a Berlioz a 150 años de su fallecimiento, se involucraron un centenar de personas, entre ellos el director concertador, Iván López Reynoso, la coreógrafa Andrea Chirinos, los integrantes de la OFUNAM, la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM (DAJU), el Coro IM•PULSO, tres cantantes, dos actores, técnicos y el director de escena, David Gaitán, quien se hace la siguiente pregunta: ¿Por qué abordar Romeo y Julieta hoy en día?

La articulación de la respuesta es lo que se verá en una de las salas emblemáticas del Centro Cultural Universitario, que para Gaitán es un oasis con respecto a la precariedad de espacios para la difusión de la cultura en el país. Por eso mismo, concibe que la UNAM “ha hecho un esfuerzo muy importante por mantener un frente artístico desafiante, contemporáneo, no complaciente”.

René Chargoy Guajardo

La sinfonía dramática Romeo y Julieta, de Hector Berlioz, se presenta dentro del Festival IM•PULSO el sábado 7 de septiembre a las 20 horas y el domingo 8 a las 12 del mediodía en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario. Todos los detalles en www.cultura.unam.mx.