Historias de víctimas de crímenes de Estado, en Antígonas. Tribunal de Mujeres

Carlos Satizábal, prestigiado teatrero colombiano, hacía una investigación con mujeres sobrevivientes de crímenes de Estado en su país para elaborar una acción teatral, cuando en una de sus visitas se quedó helado. Cuenta que en sus entrevistas, en los hogares de estas mujeres, ellas se detenían a contar historias en torno a algunos objetos pertenecientes a sus hijos, hermanos o compañeros desaparecidos o asesinados: fotografías, un vestido, un muñeco al que le faltaba un brazo… 

“En una ocasión, en un barrio muy popular, la mujer me contó que su hijo era cocinero y artesano, viajaba por el país haciendo aretes y le llevaba panes para hacer torta. Él, en sueños, le mostró dónde estaba enterrado, así lo encontró. Cuando me mostró su cocinita, nos sentamos y empezaron a sonar las ollas y cubiertos. Se puso muy contenta. Me dijo que su hijo venía a visitarla. Me pareció impresionante”. El artista se propuso hacer un trabajo a partir de los objetos y los relatos de estas luchadoras.

Esta es sólo una de decenas de historias estremecedoras detrás del trabajo del grupo colombiano De Tramaluna Teatro, creación colectiva, que Satizábal fundó y dirige y con el cual presenta en Casa del Lago Antígonas. Tribunal de Mujeres, el jueves 8 de diciembre, obra que reúne a artistas profesionales y mujeres víctimas, victimizadas y sobrevivientes de cuatro crímenes de Estado en Colombia.

Antígonas de hoy

Ocho mujeres llegan a un tribunal con el relato de la desaparición o la muerte de un familiar. Cada una, como Antígona, se ha enfrentado a un poder arrasador para realizar su búsqueda. Son las Antígonas de hoy. 

“Casi siempre son las mujeres las que buscan a sus familiares desaparecidos o que han padecido persecuciones y crímenes por parte, fundamentalmente, del poder, el cual se puede encarnar, como en Antígona, en la figura de Creonte: el gobernante, que al mismo tiempo es el jefe militar y el que juzga; es la autoridad patriarcal extrema”, comenta Satizábal.

En la versión de Sófocles de la tragedia clásica, Antígona –hija del rey Edipo- enfrenta a su hermano Creonte, rey de Tebas, quien ha negado a su hermano Polinices el derecho de recibir sacra sepultura, tras acusarlo de traición. Para escarnio público, deberá quedar sin entierro para que lo devoren los animales carroñeros.

Al igual que Antígona, estas mujeres buscan restaurar el orden de la naturaleza, de la sacralidad de la muerte, y devolver la dignidad del nombre a sus familiares, incriminados falsamente.

“Antígona se enfrenta a ese poder extremo del patriarca bajo los criterios del amor, no por odio ni por razones políticas: el amor es la razón política más profunda, como decía Simón Bolívar. Las Mujeres de Negro de Serbia, las madres de la Plaza de Mayo en Argentina, las madres buscadoras de México o las mujeres que luchan en Colombia están enfrentando poderes porque buscan a sus familiares. Nuestras madres buscadoras son las Antígonas latinoamericanas”.

En la tragedia clásica, Creonte condena a Antígona a ser encerrada viva en una tumba. “En tanto se rebelan contra el poder autoritario, demuestran que el Estado ha cometido un crimen y entierran a las víctimas, empiezan a ser perseguidas, como Antígonas”. 

Teatro que parte del corazón

Dos de las participantes en la pieza son de las llamadas Madres de Soacha, cuyos familiares fueron asesinados de forma ilegítima por el Ejército Nacional en esa localidad colombiana y presentados como “positivos”, es decir, como guerrilleros muertos en combate entre 2006 y 2009, durante el gobierno de Álvaro Uribe. “Son los mal llamados falsos positivos”, explica Satizábal. 

También participan en la puesta dos sobrevivientes del genocidio cometido contra el partido político Unión Patriótica; una dirigente estudiantil que ha sido víctima de montajes judiciales y encarcelamiento ilegítimo; así como defensoras de derechos humanos víctimas de la seguridad del Estado.

De Tramaluna Teatro, creación colectiva es un grupo estable desde hace casi 30 años. En la Corporación Colombiana de teatro, su casa, desarrollan un proceso permanente de trabajo con víctimas de conflicto en Colombia para construir una memoria colectiva, a través del teatro, canciones, poesía y acciones artísticas.

“Hemos trabajado en estas historias conjuntamente. Es un modo de trabajar la teatralidad que no parte de la escritura sino del corazón, del cuerpo y la memoria; las mujeres improvisaron a partir de sus objetos, como parte de un grupo creativo que en taller hace la obra entre todos”, explica. 

“No sé si hacer esto se llame sanación, la muerte no tiene reparación, pero ese dolor se puede volver poesía para conmover el corazón, para que hagamos algo para detener este infierno”.

Antígonas. Tribunal de Mujeres, tendrá una única función este jueves 8 de diciembre a las 18 horas en el Foro Alicia Urreta de Casa del Lago. Entrada libre

María Eugenia Sevilla