Los momentos de iluminación llegan cuando menos lo esperamos (¡si lo ha de saber Arquímedes, o tú mismo!) y se originan de múltiples formas: cuando estamos charlando con alguien o con nosotros mismos; en un paseo; cuando te bañas; al observar cualquier cosa. Pero para que la luz nos toque, el movimiento resulta una condición indispensable y la pieza dancística-teatral que mostraron los estudiantes de la Academia Nacional de Arte Dramático Aleksander Zelwerowicz de Varsovia dio cuenta de ello, al mismo tiempo que presenta una historia en la que el lenguaje toma cuerpo literalmente.
Después de la primera llamada, aparece un integrante del staff de la Sala Miguel Covarrubias y atraviesa el escenario. A veces pasa. Una bailarina sale enseguida y los espectadores nos desconcertamos un poco. ¿Ya había iniciado la obra? De ser así, ¿por qué no apagaron las luces? Mientras nosotros nos preguntamos en silencio, ella sobre el escenario pasea la mirada por las butacas, como buscando algo, y luego se va. Aunque la tercera llamada no se daba aún, la función inició con una coreografía que desdibujó la línea que divide el trabajo de los artistas y el de otro tipo de artistas a quienes solemos llamar “equipo técnico”.
Una vez apagadas las luces de la Sala Miguel Covarrubias, se da paso a la historia que, contada con el cuerpo, protagonizan Stanislaw, Dagny y Marta. La puesta en escena plantea cuadros paralelos que nos cuentan historias que iluminan y establecen nexos con el cuerpo y con el mundo y las otras maneras que existen para comunicarnos y que prescinden de las palabras. Aunada a la música y al vestuario, la iluminación agrega sutileza a la idea de una relación tripartita.
“No sé dónde buscarte” bien podría traducirse a una Dagny que deambula por el escenario y que al toparse con los que no son Stanislaw, decide continuar vagando. El hecho de negar que ya no cabe entre dos y que esos dos se entienden bien sin ella (y para lo cual yo necesité escribir diecinueve palabras), se expresa de otra manera con el cuerpo. ¿Cómo lo corporeizarías tú?
La idea de un trío amoroso nos remite a una relación dramática que en este trabajo escénico, pero bajo otra luz, es atenuada por los movimientos sedeños de los seis bailarines que la interpretan.
Carina Vallejo
La Academia Nacional de Arte Dramático Aleksander Zelwerowicz de Varsovia presentó la pieza Iluminación durante el Festival Internacional de Teatro Universitario 2015-16.