La artista multimedia Laurie Anderson asistió a la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario para abrir la Cátedra Max Aub en Arte y Tecnología con la conferencia magistral Lo Audiovisual en su relación con la creación y el conocimiento en el siglo XXI. Ante cientos de seguidores, Anderson dejó claro que su trabajo busca borrar las fronteras entre las disciplinas y apostar por la interacción entre los diversos quehaceres artísticos.
Con un traje claro de dos piezas y con una gorra tipo crochet, Anderson realizó un recorrido casi autobiográfico por los múltiples senderos de su labor. Compartió con el público lo que para ella significa ser un artista en este siglo, los motores que la impulsan y la importancia que las historias tienen en su obra; “mi trabajo es sobre historias”, enfatizó en diversas ocasiones.
Aclaró que su quehacer en la escultura, el performance, instalación, cine, música e incluso su residencia como artista invitada en la NASA, ha estado motivado por historias que nos dan un atisbo de quiénes somos y hacia dónde vamos.
La también directora del documental Heart of a dog detalló que una de las constantes en su obra es que “viene de las fallas, del fracaso”, es así como ha construido instrumentos como violines o The electric chair.
Expresar a partir de la experimentación
A través de la experimentación, Laurie Anderson ha encontrado otras formas de expresarse, y con la aplicación de nuevos dispositivos también propone diversos recursos para acercar el arte a las audiencias. Por ejemplo, habló acerca de su trabajo en museos cuando se percató que no estaban diseñados para exhibir arte multimedia.
La artista, cuyas múltiples actividades pasan por distintos campos creativos, desde sus sorprendentes propuestas musicales y aplicaciones multimedia, hasta su tarea como crítica de varias revistas, incluyendo su experiencia como profesora de escultura asiria y egipcia, escritora y organizadora de espectáculos en solitario o en colaboración con otros artistas, confesó que ha tratado de encontrar la belleza y el sentimiento de lo que somos como humanos.
Después de declararse fan del Hazlo tú Mismo (DIY), incitó a los asistentes a no esperar la oportunidad dorada para crear porque podrían quedarse esperando. “Se puede hacer arte revolucionario con un lápiz”, afirmó. Ella disfruta de todas las posibilidades, desde ofrecer un concierto para perros en Nueva York hasta realizar una instalación con uno de los prisioneros más jóvenes de Guantánamo para explorar el significado de lo que es ser un sobreviviente.
Mina Santiago