Escupir en la cara al mundo que el “Punk is (not) dead”

Más allá de los estoperoles, las chamarras de cuero, las botas y los estereotipos, llega a México la exposición Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo, que se presenta en el Museo del Chopo, para mostrar al público algunos trabajos de los precursores de este movimiento. La exhibición ofrece ejemplos de cómo la obra de los principales representantes del punk repercute en la escena del arte contemporáneo, a través del eco de la insatisfacción, el inconformismo, la pérdida de fe en el progreso y la crítica a los iconos del sistema que dieron origen a esta subcultura, y hoy permanecen para escupir en la cara al mundo que el “punk is (not) dead”.  

Bajo el lema “No future”, el punk se ha consolidado como un movimiento que, por haber emergido en medio de la cultura de masas, ha trascendido su contexto inicial durante los años setenta en las ciudades de Londres y Nueva York, como una manifestación de rechazo total al sistema económico, político, social y cultural. Es, en sí, el resultado que concentra la evolución del pensamiento humano de la segunda mitad del siglo pasado, que se ve reflejado no sólo en el ámbito musical, sino que se ha convertido en un adjetivo para calificar una forma de entender el mundo y de enfrentarse al contexto sociopolítico que lo rige, así como a los convencionalismos, de la misma manera en que lo hace gran parte del arte contemporáneo, el cual se caracteriza por su espíritu crítico y en permanente cuestionamiento, según destaca el curador de la muestra David G. Torres.

También señala que la exposición, en su búsqueda por encontrar los dejos del punk en los artistas contemporáneos, toma como referencia el libro Rastros de carmín, escrito en 1989 por el crítico musical y periodista Greil Marcus, quien ofrece una genealogía del movimiento, a través de un recorrido histórico de sus antecedentes, que pueden rastrearse en el mismo dadaísmo y situacionismo, que explicarían su vínculo con otros movimientos de tendencias radicales.

Las obras expuestas reflejan el rastro del punk como una actitud nihilista de la vida, en la que predomina la oposición, la negación y la destrucción de una sociedad que alinea a los individuos que la conforman. Actitud que es una crítica constante al sistema económico y político; y que también ha buscado la reivindicación del cuerpo y la libertad sexual desde la trinchera de la “superficie”: los modos de vestir, la música, el mal gusto, entre otros.

Entre las obras en exhibición resalta Frei von jedem Schaden!, de Guillermo Santamarina, instalación producto de un performance en el que el artista lanzó discos de vinil a la pared, donde quedaron algunos de sus restos incrustados que hacen referencia al símbolo de la música como un arma. También llama la atención la colección de portadas de la banda hardcore-punk Black Flag, que van de 1978 a 1980; y la proyección del documental Lavatio Corporis de 1994, que muestra los primeros pasos del colectivo SEMEFO al realizar una escultura hecha con restos animales.

Otra pieza atractiva es el video Chinese Democracy, de Federico Solmi, que lleva al extremo, con una trama cómica, la crítica del ascenso económico de China y el capitalismo como una nueva forma de fascismo contemporáneo.

La exposición, que también se ha presentado en el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), de la Comunidad de Madrid; el ARTIUM de Victoria-Gasteiz; y el Museu d’ Art Contemporani de Barcelona (MACBA), incluye obras que ejemplifican el contexto del punk en México, como la película Alma Punk (1992), de Sarah Minter, que retrata el espíritu del punk mexicano a finales de los años ochenta e inicios de los noventa.

David G. Torres afirma que el punk es un movimiento que en todo momento trata de huir de los estereotipos: “Este movimiento es uno de los pocos del siglo XX que han logrado permanecer en el lenguaje popular y designan una actitud, una forma de entender el mundo, de estar en la cultura y el arte”.

Kevin Aragón

Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo se presenta en el Museo Universitario del Chopo del 26 de noviembre al 26 de marzo. Consulta horarios de visita en www.cultura.unam.mx.