Si preguntáramos a un haitiano cuál ha sido, a su juicio, el evento más catastrófico de los últimos años, es probable que dijera que el terremoto de 2010, que hirió al ya de por sí devastado país caribeño; si, en cambio, dirigiéramos esta pregunta a un vecino de Nueva Orleans, la respuesta quizá sería el Huracán Katrina, incluso sobre los atentados del 9/11. Un estadista podría deliberar la cuestión con sólo revisar los números: tantos muertos y tantos millones de dólares de daño material, luego un balance y caso cerrado.
Pero si procediéramos de esta manera olvidaríamos que el significado del adjetivo “catastrófico” no pertenece al rígido dominio de lo comprobable, y que las ruinas más devastadoras no son las materiales, sino las que rasguñan, invisibles, las entrañas de los hombres. Para ser justos, debemos admitir que en casos como estos hay verdades irrefutables; ¿cómo convencer a un huérfano de que el temblor en el que perdió a sus padres no es el evento más desastroso de la historia?
Conscientes de esto, cinco artistas contemporáneos (Carlos Aguirre y Ciler, Diego Berruecos, Ramiro Chaves, Lake Verea y Cooperativa Cráter Invertido) montaron Persistencia II, una reflexión sobre el terremoto que en 1985 destruyó media Ciudad de México, pero desde los movedizos terrenos de la subjetividad. Apenas una sala basta para comunicar al visitante la demoledora sensación de perderlo todo, el ansia de recuperarlo y la resignación de no lograrlo, mientras que el dolor propio no es más que un número para las estadísticas.
El fanzine Terremoto de la Cooperativa Cráter Invertido nos ofrece el punto de vista más crudo de toda la muestra con imágenes de cuerpos ruinosos y derrumbes cadavéricos. La baja calidad de la impresión, lo inconexo de los textos e imágenes, además del total desorden discursivo permiten que el visitante se adentre en el terremoto como si lo hubiera vivido en persona: una confusión imposible de desenmarañar.
Pronósticos sísmicos, por otra parte, da una nota de humor a la tragedia: la pieza consiste en un mapa de la colonia Roma en el que se señalan las estructuras más dañadas por el sismo del 85; el objetivo es que el espectador haga una apuesta (en el sentido estricto de la palabra, ya que el artista Carlos Aguirre y Ciler ofrece un monto de dinero a quienquiera que consiga adivinar) y seleccione cuáles tres sucumbirán al paso del tiempo y el deterioro.
A pesar de tratarse de una muestra breve, se pueden ver en ella caras muy diferentes de la tragedia del 85; no sólo la tradicional cara trágica de los muertos, sino también la agridulce del humor o la de la esperanza, la crítica política y la nostalgia de lo perdido. En Persistencia II, los artistas involucrados han sido capaces de penetrar en el terremoto con la empatía, y de su viaje nos devuelven una serie de piezas que capturan una sensibilidad de la catástrofe.
Pedro Derrant
Persistencia II se exhibe en MUCA Roma, a partir del 11 de diciembre. Consulta los horarios de visita en www.cultura.unam.mx.