Del significado de una obra inconclusa: Una rosa tiene forma de una rosa II

Una rosa tiene forma de una rosa. Oficios e instintos II es una especie rara de secuela; una que, al menos yo, nunca antes había pensado posible: la continuación de una muestra colectiva de arte. Y, aunque su propuesta, para mí nueva, no logró salvarla de mi escepticismo, la ejecución sí consiguió alejarla de ese territorio de repeticiones de fórmulas exitosas que no superan lo realizado antes.

La primera parte de la exposición reunía un catálogo muy variado de herramientas de trabajo, puestas a un lado de modelos de edificios hechos con madera. Aquellas piezas, exhibidas hace ya más de medio año, me parecieron una reivindicación estética del trabajo y el esfuerzo más elemental. La segunda parte mantuvo varios motivos del original, pero articulados en una sintaxis totalmente distinta: junto a las herramientas y las maquetas terminadas había pilares de ladrillo a medio terminar, bocetos interrumpidos de pies humanos, indicaciones a lápiz sobre las paredes como aquellas que hacen los constructores, y, en fin, un gran cúmulo de huellas de un procedimiento inacabado.

La segunda muestra de Una rosa tiene forma de una rosa tiene algo de “obra negra” en comparación con la apariencia de “taller” que se apreciaba en la primera. Parece un detalle intrascendente, pero es muy significativo: un espacio terminado destinado a la creación, en contraste con un espacio inacabado en el que la creación se ejerce. Uno tiene el sentido del trabajo, el segundo del proceso.

La nueva muestra profundiza en la exploración en torno al afán visto estéticamente, pero agrega una nueva categoría de reflexión, lo no acabado. En alguno de sus libros, Paul Valéry afirma que un poema nunca se termina, sólo se abandona: ¿no es esto aplicable a toda expresión artística?, ¿acaso las obras no están siempre en construcción, incluso cuando ya están expuestas?, ¿el constructor de las piezas es quien observa o quien las concibió?

Pedro Derrant

La muestra colectiva Una rosa tiene forma de una rosa. Oficios e instintos II se exhibe en Casa del Lago hasta el 1º de octubre. Consulta horarios de visita en www.cultura.unam.mx.