De Fernando del Paso a José Emilio Pacheco: noticias de una amistad

“No amo a mi patria. Su fulgor abstracto es inasible, así dice uno de los poemas más hermosos y valientes que conozco, su autor es José Emilio Pacheco…”, exclamó el escritor Fernando del Paso durante su intervención en la mesa inaugural de la Feria Internacional de Lectura Yucatán 2015.

Entre la gente de la sala, por supuesto, había muchas caras conocidas del mundo intelectual, como Cristina Pacheco, Vicente Quirarte y la entrañable Elena Poniatowska, a la que momentos antes la gente asediaba para tomarse una foto o para saludar cariñosamente.

Para entrar en materia, Vicente Quirarte celebró una doble alegría al recordarnos que además de iniciar la FILEY, Del Paso recibiría en esa misma mesa el premio que lleva el nombre de su gran amigo, José Emilio Pacheco.

“Fernando del Paso es el más claro ejemplo de quien al construirse nos construye, al forjarse un lenguaje hace más prestigioso y fuerte el colectivo. De ahí que esta sea una oportunidad para agradecer y celebrar la victoria de un hombre sobre sí mismo”, expresó Quirarte.

Llegó el momento de que el galardonado hablara y sus palabras cayeron con fuerza sobre toda la audiencia:

“En esta ocasión, en la que vengo aquí, a Mérida, a aceptar y recoger un premio literario que lleva tu nombre, José Emilio, quiero aprovecharla para decirte algunas cosas, a ti que fuiste mi amigo y mi colega durante tantos años y sobre todo que fuiste un gran poeta por mí admirado”.

El autor de Palinuro de México, con la autoridad conferida por los años y la inteligencia, cuestionó de forma dura la situación actual de México. Con gran sensibilidad rememoró los diversos pueblos mexicanos que han sido víctimas de la injusticia en nuestro país: “Chenalhó, Ayotzinapa, Tlatlaya, Petaquillas…” Geografías del olvido de las que, según enfatizó, los mexicanos sólo memorizamos el nombre después de alguna tragedia acaecida.

A veces las palabras de algunos hombres se tornan piedras que golpean las paredes del tiempo como si fueran supernovas, algo de eso logró la obra de Pacheco a lo largo de los años y también lo logra la de Del Paso, incluido este emotivo discurso en el que el escritor habla a su amigo fallecido para hablarnos a todos, para recordarnos lo que hemos perdido y lo que podríamos llegar a ser. Palabras de alguien que se despide con gran dignidad y no cesa de ser una mente lúcida y crítica, incluso después de momentos difíciles:

“Gracias, José Emilio y gracias a todos ustedes, espero que nos encontremos una vez más cuando nuestro país sea de nuevo nuestro”, dijo, antes de dar un giro humorístico para concluir con una verdadera bomba yucateca: “En la esquina de un estanque/ había un sapo/ lo quise agarrar/ pero se me escapó.”

Jorge Luis Tercero

Te invitamos a consultar las actividades artísticas y literarias de la UNAM en la FILEY 2015: www.cultura.unam.mx/filey