Ausencia, espacio y luz en las fotografías de Candida Höfer

Exhibir la obra de Candida Höfer por primera vez en nuestro país, además en una exposición que se enfoca de lleno en la arquitectura de emblemáticos recintos mexicanos, es una oportunidad única para contemplar de cerca el método de trabajo de una de las representantes más importantes de la fotografía alemana. Patricia Ortiz Monasterio, coordinadora de este proyecto, compartió que durante veinte días recorrió México en un pequeño camión, al lado de la artista y de todo su equipo de producción.

Para obtener el material que conforma la exposición Candida Höfer en México, la fotógrafa eligió 50 inmuebles de una lista de 150 de los recintos más importantes de México. El conteo final se redujo a 15 con el fin de centrarse en los más representativos del barroco mexicano.

De 38 fotografías sobre arquitectura mexicana, Höfer reserva 25 exclusivamente a la fisonomía y complejidad de edificios que retrató durante el otoño de 2015, en el Estado de México, Jalisco, Guanajuato, Puebla, Oaxaca y Ciudad de México. También se presentan otras 13 fotografías de formato menor y dos proyecciones.

La artista nacida en Eberswalde, Alemania, en 1944, refiere que los recintos que retrató contienen elementos muy característicos de México, ya sea religiosos, sociales o culturales. Entre estos se encuentran la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el Palacio de Bellas Artes, la Biblioteca Vasconcelos, el Museo Nacional de Arte, el Edificio Basurto, el Teatro Degollado, el Museo Nacional de Antropología, el Hospicio Cabañas, el Teatro Juárez, el Museo Nacional del Virreinato Tepotzotlán, la Iglesia de Santa María Tonantzintla, la Biblioteca Palafoxiana, la Iglesia de San Jerónimo Tlacochahuaya y el Convento de Santo Domingo.

En un juego de reflejos provocador, junto a las fotos de edificios en todo su esplendor, como las que tomó en el Teatro Juárez de Guanajuato, Höfer también integra pequeños atisbos de detalle o minucia; como la pieza “Contactos”, que nos habla de los fragmentos de realidad que pasan desapercibidos al ojo humano.

Ortiz Monasterio relata que en compañía del equipo de Höfer se encontraron con dificultades que lograron salvar, como el problema de retratar la siempre concurrida Catedral Metropolitana sin que hubiera una sola persona. Para lograr esta empresa, la comitiva esperó a que dieran las siete de la noche, para que un deán de la iglesia les diera acceso. La foto fue tomada cuando ya había anochecido, sin embargo en la toma que la alemana presenta en San Ildefonso, el espacio está dotado de una gran luminosidad.

Silenciosa y reservada, Höfer hace parecer una foto suya como si tomarla no hubiera tenido complicaciones, tales son los casos de sus retratos del Hospicio Cabañas, en Guadalajara, o los de San Jerónimo Tlacochahuaya, en Oaxaca. La artista asegura que para lograr las piezas empleó iluminación natural, sin flashes ni lentes especiales, ni reflectores. Que únicamente se valió de tomas largas, con el diafragma de la cámara muy cerrado; con el fin de capturar el detalle y la profundidad de campo. Para ella es importante que el color que existe en los espacios naturales sea el mismo que capture la cámara.

Höfer asegura que al ver las piezas montadas dentro de San Ildefonso supo que todo valió la pena. Incluso las experiencias de supervivencia implicadas en tomas sobre superficies tremulantes, dentro de la Biblioteca Palafoxiana, o el retirar flores y santos de la iglesia de Tlacochahuaya para luego regresar todo a su sitio.

Jorge Luis Tercero

La exposición Candida Höfer en México se presenta en el Antiguo Colegio de San Ildefonso hasta el 30 de julio. Consulta horarios de visita en www.cultura.unam.mx.