Alexander Apóstol pone en entredicho clichés promovidos por poderes políticos

La obra de Alexander Apóstol (Venezuela, 1969) “evidencia los distintos códigos de género, raza e identidad que acompañan las ideologías de América Latina, desde el imaginario colorido y optimista de la modernización y del desarrollismo hasta el catálogo de fantasías corporales y sexualizadas del nacionalismo y populismo continental”. Quien es considerado como uno de los artistas más destacados del panorama latinoamericano, exhibe en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) 11 de sus obras realizadas entre 2005 y 2023.

Alexander Apóstol. Postura y geometría en la era de la autocracia tropical. MUAC
Alexander Apóstol. (Fotos: Barry Domínguez)

La exposición Alexander Apóstol. Postura y geometría en la era de la autocracia tropical, escenifica en videos y fotografías los cuestionamientos críticos que este artista visual, radicado en Madrid desde 2002, hace con respecto a los procesos políticos y estéticos de su país de origen, a la vez que da cuenta de cómo con esas herramientas artísticas pone en entredicho muchos de los estereotipos y clichés promovidos por los poderes políticos, y que han contribuido a la construcción de un modelo único de identidad.

Cuauhtémoc Medina, curador de la exposición, menciona que la obra de Alexander Apóstol, que es versátil y da cierta preeminencia a la idea por sobre las formas, “oscila en torno a la dicotomía de tradiciones visuales de Venezuela: por un lado, la visión historicista y nativista que desplegaron los pintores realistas, y por el otro, la utopía de reinvención energética y corporal del constructivismo durante el auge petrolero, entre 1960 y 1970”.

En esta muestra, que se presentó anteriormente en el Museo Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid y en la Fundación Proa de Buenos Aires, Apóstol elabora una visión crítica y aguda de las relaciones entre arte, poder y política. Su cuestionamiento de los mecanismos de producción de identidad pasa por descifrar las representaciones de género, etnicidad y clase social, y de este modo legitima en la imagen “aquello  que es desposeído y apartado por su condición minoritaria”.

En palabras de su curador, la exhibición que se inauguró el 9 de noviembre y permanecerá abierta hasta el 12 de mayo de 2024, “está pensada para adaptarse en cada uno de sus destinos a sugerir lecturas y a un planteo espacial diferente”. En ella se corporaliza el discurso político venezolano, al mostrarse cómo diferentes gobiernos y las élites de esta nación sudamericana, promueven un ideal propagandístico siempre alejado de la realidad social y que ha sido traducido estéticamente “en sucesivas formas de abstracción geométrica”.

Medina asegura que los proyectos de Apóstol suceden como dentro de un tablero  de ajedrez, lo cual los hace muy singulares. “Sus obras son como diversas partes de una misma historia, que se mueve reflejándose en una sucesión de espejos oblicuos”. El que sea un artista que establece distancia crítica con aquello que busca contar, hace imperativo conocer su obra en la que se construyen escenarios contrastantes, y en la que se hace una profunda crítica “a la grandilocuencia del utopismo anclado en el proyecto modernista, expresado por la retórica urbanística y arquitectónica”.

Apóstol es sumamente crítico al proyecto de país “que abrazó el movimiento moderno como modelo, sin cuestionar ninguna de sus contradicciones”. De acuerdo con Cuauhtémoc Medina, es constante su mirada a “la intersección entre la estetización de la política y la forma en que las prácticas artísticas más diversas se dejan absorber, instrumentar y movilizar por distintas etapas de la política continental”.

Una de las obras que más llaman la atención, por su dimensión y significado, es el mural y pinturas sobre madera Partidos políticos desaparecidos, 2018-2023, en la que utilizando la estética dominante del periodo democrático y despojándolos de siglas e imágenes, el artista repara en “la homogeneidad que hay detrás de la aparente pluralidad democrática”.

El espectador se encontrará también con el video Le Corbusier y Diego Rivera se visitan 30 veces, en la que imagina un encuentro entre ambos creadores en la Casa Estudio de Rivera y Frida Kahlo en San Ángel y en el Museo Anahuacalli, en 1932. Aquí se hace presente el tema de la relación entre el arte y las políticas de Estado. En el recorrido por la exposición se detendrá para conocer una versión de la videoinstalación Salvaje Revolucionaria en horario estelar (2009–2023), que integra en el formato de guion de telenovela las relaciones entre el mundo intelectual y la cultura popular.

Quien se dé la oportunidad de visitar la exposición observará que muchas de las piezas de Alexander Apóstol tienen como componente central la sexualización, mientras que otras evidencian la relación entre geometrismo y la modernización venezolana, y algunas más se conciben como un ensayo visual con diversas facetas. Podrá sacar la conclusión de que la obra en su conjunto funciona como una metáfora del desencanto que significó la democracia.

Alexander Apóstol. Postura y geometría en la era de la autocracia tropical. MUAC

Previo a inaugurarse la exposición se realizó un conversatorio entre Cuauhtémoc Medina y el artista en el Auditorio del MUAC. Su curador enfatizó la capacidad de Apóstol para representar el imaginario colorido y optimista de la modernización y el desarrollismo, en su creación por la geometría y la herencia constructiva. Medina reconoció que el centro de su obra es la oscilación visual de la historia moderna.

Apuntó que el arte de Apóstol pone en relevancia la forma en que en muchos planos la representación artística acaba siendo auxiliar, y hasta cómplice de la producción imaginaria del Estado nación moderno. Refirió que en su obra  plantea de qué manera el deseo y la identidad se usan como aparatos secretos de dominación del Estado nacional.

Apóstol dijo que en su práctica artística parte de lo emocional, y que todas las interrogantes que plantea  en cada una de sus obras surgen de su propia experiencia de vida y del hecho de descubrirse como homosexual en su adolescencia.

“De saberme como tal y pasar a aceptarlo, evidentemente ha habido un proceso de negociación tremendo, primero conmigo mismo en el espacio privado y luego en el público, lo que me llevó a hacerlo también en el espacio político. Esta negociación a partir de mi sexualidad me ha hecho entender este tipo de negociaciones, es por eso que están tan presentes en mi obra”, reflexionó Alexander Apóstol, un contemporáneo siempre emocionado e interesado por la imagen, y cuyo nivel de exigencia visual, desde la perspectiva del curador de su exposición, no es como el de un artista de los 90.

Después de su paso por el MUAC, la exposición Alexander Apóstol. Postura y geometría en la era de la autocracia tropical se presentará en 2024 en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, Colombia.

René Chargoy Guajardo

Alexander Apóstol. Postura y geometría en la era de la autocracia tropical puede visitarse en el MUAC hasta el 12 de mayo de 2024. Más información en cultura.unam.mx.