El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) ha gozado de una enorme aceptación desde que se fundó hace 15 años, el 26 de noviembre de 2008. Uno de sus más celebrados aciertos es haber construido una programación diversa que atiende los intereses de públicos generales, al mismo tiempo que los de aquellos más especializados. Otro de sus logros, comenta en entrevista su directora, Amanda de la Garza, es haber sostenido una relación muy intensa con la comunidad artística de México y del extranjero, aunado al desarrollo de relaciones con instituciones a nivel nacional e internacional, lo que ha permitido configurar una red de colaboración para difundir ampliamente el trabajo que se realiza cotidianamente en el Museo.
Un aspecto muy importante, puntualiza la también directora general de Artes Visuales de la Coordinación de Difusión Cultural, es que se ha cuidado a lo largo de todos estos años que el MUAC no sea sólo un lugar para ver arte, sino además para pensarlo gracias a los múltiples programas de actividades pedagógicas y académicas que realizan de forma continua en sus instalaciones.
Entre los retos que ha enfrentado, señala, están el crear las condiciones para sostener su gran volumen de acciones, y contar con una programación relevante que conecte con el presente y con las tareas que les son propias al museo. Para tal fin, indica, tuvieron que adaptarse a la transición digital y a la comunicación en redes sociales, y de este modo llegar a establecer nuevas maneras de interactuar con el público, lo que les ha facilitado potenciar su trabajo más allá de lo que se presenta en las salas de exhibición.
El MUAC ha favorecido a que el público tenga acceso informado a las prácticas artísticas contemporáneas. Es un espacio de convivencia y sociabilidad, no exclusivamente de conocimiento, sino también para estar con otros y pensar sobre el mundo en el que vivimos, refiere la entrevistada. “Es un proyecto consolidado y se ha convertido en un referente para el arte contemporáneo en Mexico, América Latina e Iberoamérica. Sus propuestas artísticas permiten hacer una reflexión crítica, abrir un campo de pensamiento, de sensibilidad y experiencia. Este es un espacio para el diálogo, la tolerancia, la diversidad y la imaginación”.
Generar un programa de exhibiciones relevante y coherente es uno de los propósitos claves de quienes son responsables de que el Museo conecte con sus visitantes, y como ha dicho en alguna ocasión su curador en jefe, Cuauhtémoc Medina, se sigan explorando “prácticas políticamente provocativas e intelectualmente demandantes”.
Amanda de la Garza destaca que a través de las exposiciones ha sido factible dar el valor y el peso a artistas que no habían tenido un reconocimiento institucional, y de igual modo exhibir el trabajo de otros ya muy reconocidos en el ámbito del arte contemporáneo, propuestas que en su conjunto nos invitan a pensar, reflexionar y a tener una enriquecedora experiencia estética.
El MUAC es constitutivamente un museo universitario y eso, indica de la Garza, es algo muy relevante. “Su ADN está en ser universitario, precisamente porque es en la UNAM donde se expresan ideas de una forma abierta y se construye una relación entre múltiples disciplinas. Nuestra visión está totalmente alineada con el propósito de la Universidad Nacional”.
Programa de celebración
Para celebrar este aniversario tan especial, el MUAC ha organizado una fiesta de todo un fin de semana que incluye la apertura de una exposición, un concierto y un performance.
El sábado 25 de noviembre recibirá a una pintora clave en el arte contemporáneo latinaomericano del último medio siglo, la colombiana Beatriz González, de quien se inaugura la exposición monográfica Guerra y paz: una poética del gesto. A las 12 horas se llevará a cabo una charla en la que participarán la artista y los curadores Cuauhtémoc Medina y Natalia Gutiérrez Montes.
Unas horas más tarde, a las 6 pm, será el momento de la música y el baile con la presencia de María Daniela y su Sonido Lasser, grupo mexicano de electro pop y techno pop con toques de rock. El concierto se realizará en la Explanada de La Espiga, enfrente al museo, cuya fachada de cristal se iluminará con un juego especial de luces de colores.
Para finalizar, el domingo 26 al mediodía la artista multidisciplinaria Ximena Labra organizará el performance-pasarela Si yo fuera un edificio, un desfile de modas en el que inmuebles icónicos de la Ciudad de México lucirán sus mejores galas. El protagonista será el festejado, por supuesto, con un vestido de 15 años hecho a partir de su arquitectura.
René Chargoy Guajardo