Escena viva. Intervenciones al espacio doméstico es un proyecto del Museo Universitario del Chopo en el que se recopilan en video escenas de la vida diaria de artistas provenientes de diversas disciplinas. Es la muestra de una forma singular de intervención a su cotidianidad durante el confinamiento y para ello recurren, en algunos casos, a prácticas escénicas tradicionales, y en otros, a heterodoxias que se alimentan de una infinidad de elementos y que difícilmente son clasificables dentro de un determinado tipo de expresión artística.
En estas acciones se abordan varias y contrastantes temáticas. Lo mismo uno se encuentra con textos poéticos y dramáticos y composiciones musicales, que con diseños coreográficos y elementos visuales entremezclados. El denominador común es el espacio doméstico que se habita, fuente sustancial de la que abreva cada uno de los protagonistas que exponen su cotidianeidad, lo íntimo y muy personal, los límites en los que se mueven temporalmente, y todo esto a través de una mirada escénica.
Bajo un criterio curatorial se convocó a nueve artistas invitados, quienes se sumaron a este proyecto para responder a la provocación performativa, ahora sin los acostumbrados trajines y apretujones y a una sana distancia. Quedará expuesto en plataformas -mediaciones a final de cuentas- cómo han atravesado la cuarentena. Se reconocerá en las imágenes su propia subjetividad.
No es propiamente un trabajo de videoarte, aclara Gabriel Yépez, curador del proyecto y coordinador de Artes Vivas del museo. “No es el objetivo, no son artistas plásticos ni visuales y no usan la tecnología profesionalmente. Son artistas escénicos que echan mano de recursos audiovisuales”. El hecho es que con estas creaciones se abren nuevas puertas y se sugieren exploraciones diversas en las que la mediación y el registro de las acciones llegan a tener amplios alcances.
Martes y jueves del 23 de junio al 21 de julio, a las 20 horas, participan: Oligor/Microscopía Teatro, Aura Arreola, Toztli Abril de Dios, Teatro Bola de Carne, La Liga Teatro Elástico, Misha Arias de la Cantolla, Nicolás Poggi, Aliona Shewionkova y Laura Agorreca.
Para comenzar, el martes 23 se estrena Zurcido invisible, breve poema matérico-visual basado en la historia de vida de Rosario G., quien habitó en la casa de Jomi Oligor y Shaday Larios, integrantes de Compañía: Oligor/Microscopía. El jueves 25 es turno de Vuelcos_Selftapes, “ensayo absurdamente personal” de Aurea Arreola en el que se “devela un íntimo mar de incertidumbres en un cuerpo que intenta a la distancia sobrevivir a una nueva realidad”.
Una semana después, el día 30, se presenta Besos, intervención de Toztli Abril de Dios, “un repertorio visual de los contactos piel a piel que comparte ella con su hijo y su madre”. El 2 de julio toca turno a Sólo queda el mar, creación de Teatro Bola de Carne: “Vecinos de un edificio de la colonia Narvarte intervienen el espacio que los contiene, los encierra y los salva: su edificio. Arquitectura pensada como un organismo vivo”.
El 7 de julio se podrá ver por primera vez Fragmentos de lo cotidiano, autoría de La Liga Teatro Elástico, ejercicio en el cual se piensa desde un espacio que para sus integrantes es extra-cotidiano, “el habitar por un tiempo una casa que no les pertenece y que se ubica fuera de la ciudad”. El 9 aparece en pantalla Fragmentadxs, de Misha Arias de la Cantolla. Aquí se plasman nuevas realidades fragmentadas que se experimentan en espacios transformados en prisiones.
Últimas paradas: el 14 Nicolás Poggi presenta Gallina, reflexión de un artista sonriente y desconfiado que al despertar ya no es él mismo. El 16 Aliona Shewionkova estrena Voron. La muerte del sentido, exploración del ámbito donde la vida surge, ella misma “expuesta a la crudeza de su sin sentido”. Y el cierre será el martes 21 de julio con Otra cosa. Apuntes para mi re-habitación del 31, de Laura Agorreca, ejercicio en el que atraviesa su presente personal y doméstico, ahora muy distinto a lo que alguna vez llegó a ser.
Escena viva da para entrelazar memorias acumular incertidumbres, hacer contactos filiales en cámara lenta, descubrir otras miradas y soportar insomnios. Todo esto visible a través de una pantalla. El espectador, desde su propio confinamiento, será testigo cautivo de diferentes formas de intervenir el espacio doméstico, ya sea un martes o un día jueves. Da igual.
René Chargoy Guajardo
Escena viva. Intervenciones al espacio doméstico se puede ver en la página del Museo Universitario del Chopo del 23 de junio al 21 de julio. Más información en cultura.unam.mx.