En 1963 dentro de las inmediaciones del Deportivo Bahía, durante el estreno del mural Canto al Océano, de Manuel Felguérez, Alejandro Jodorowsky montó un gran espectáculo con luces y proyecciones de cine, en el que participaron cuarenta bailarines y se empleó un helicóptero real, hundido en el fondo de una piscina. La curadora Pilar García cuenta que el armatoste había sido alquilado para el performance, pero se cayó al agua tres horas antes, durante el ensayo, así que el chileno decidió dejarlo como parte de la escenografía.
En la exposición del MUAC, Reverberaciones: arte y sonido en las colecciones del MUAC, puede verse reconstruido y elevado sobre una pared, un fragmento de esta pieza de Felguérez, que por primera vez se expone en un museo. En su versión original Canto al Océano, medía 100 metros de extensión, por lo que la curadora también detalló que se pretende hacer, junto con el autor, un instructivo para que un día el mural pueda reconstruirse en su totalidad.
También de Felguérez, regresa a salas del MUAC el colosal Mural de Hierro, que el artista zacatecano elaboró en 1961 para el Cine Diana y que estuvo muchos años olvidado, hasta su rescate en 2014 para la exposición Desafío a la estabilidad. Procesos artísticos en México 1952-1967. Esta pieza es una de las que podrán activarse sonoramente durante las actividades paralelas de Reverberaciones, señaló el curador Marco Morales.
En otro rincón de la muestra, en busca de su articulación acústica y visual, 100 machetes aparecen suspendidos en una estructura, como parte de la pieza Instrumento, del artista Miguel Rodríguez Sepúlveda. Esta obra recupera el machete en una dualidad, como una herramienta de trabajo capaz de tener lecturas estéticas desde la música. También es uno de los trabajos que podrán ser manipulados por el público con fines sonoros.
El artista mexicano Carlos Amorales aporta una de las obras centrales de la exposición, la pieza Veremos cómo todo reverbera, instalación elaborada con platillos de batería que el público podrá tocar de forma armoniosa o caótica, dependiendo el gusto del intérprete.
En la exposición también se exhiben las piezas Máquina Telar, de Tania Candiani; Aus den sieben tagen, de Kazuya Sakai, tributo al compositor alemán Karlheinz Stockhausen; Paisaje ultrasonido, de Thomas Glassford; y el estreno de Dusk, instalación de bocinas de la trilogía Hidden Words de Erick Meyenberg. La muestra también se nutre de trabajos de Felipe Ehrenberg, Israel Martínez, Rogelio Sosa, Manuel Rocha y Jerónimo Hagerman, entre otros.
Reverberaciones propone una lectura de los acervos artísticos, documental y colecciones asociadas, a partir de lo audible como elemento articulador. Tiene como propósito destacar la importancia del sonido en las prácticas artísticas contemporáneas, centrándose en la escena mexicana, desde los años 60 hasta últimas fechas. Todas las piezas forman parte de la colección del MUAC.
Jorge Luis Tercero
Reverberaciones: arte y sonido en las colecciones del MUAC se exhibe hasta el 23 de julio en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC). Consulta horarios de visita en: www.cultura.unam.mx.