Durante la Segunda Guerra Mundial, México fue refugio de un sinnúmero de perseguidos. Muchos de ellos fueron alemanes judíos que, al intentar huir del régimen nazi, llegaron a nuestro país. Este es el caso del psicoanalista Albert Salmon o Alberto Salmón, como lo rebautizaron los mexicanos, y su hermano Hans, un fotógrafo interesado en el arte y los temas polémicos: la prostitución, los vagabundos, la locura y las cantinas.
Ambos llegan en 1939 y hacen una nueva vida: Alberto abre un consultorio y Hans se dedica a tomar fotografías familiares. Las cosas van bien, sin embargo, los recuerdos y el sentimiento de culpa los tortura. Al huir de Alemania, viajaban con una niña, la hija de Alberto. Al abordar el barco, hay una explosión que provoca que los hermanos se separen, creyendo que el otro tenía a la niña. Una vez dentro, se encuentran y se dan cuenta de que ella jamás subió, lo cual les pesa, pero no hacen nada por rescatarla.
Ahora es 1954. Afuera del consultorio del Dr. Salmón, el teclear de una máquina de escribir golpea insistentemente, se trata de su secretaria Ramira, una joven mexicana de clase media con ganas de superarse. Adentro, Alberto atiende a un par de mujeres rusas que han perdido la cabeza, una de ellas ha fundado una editorial. Después, aparece Hans, quien trae consigo un catálogo de fotografías.
Hans muestra una foto a Alberto y le dice que es su hija. Este último se niega, dice que es imposible, que mejor lo olvide. Pero Hans está dispuesto a regresar a Alemania y buscar a su sobrina. Pasado un tiempo, Alberto recibe unas misteriosas fotografías tomadas por su hermano. En ellas aparecen mujeres desnudas y otra, que siempre es la misma. ¿Quién es esta mujer? ¿Acaso su hija sigue viva? ¿Dónde está su hermano? Estas preguntas obligan a Alberto a regresar a Alemania para poder responderlas.
El último libro de los hermanos Salmón es una obra de Mariana Hartasánchez, dirigida por Ginés Cruz y es una de las producciones que presenta el DramaFest en la UNAM. En ella, se retratan las consecuencias que la guerra provoca en aquellos que la viven; la locura que puede acarrear no dejar el pasado atrás y la infinidad de culpas que pueden tener los sobrevivientes al ver que sus familiares no lograron permanecer con vida. Sin embargo, es también, una reflexión que gira en torno a la memoria de los buenos y malos sucesos que hay en la historia. Recordar, regresar al origen, al principio es el único modo de encontrar respuestas.
También se aborda el tema de la otredad; es decir, la conciencia de la existencia del otro que es diferente. En muchas ocasiones, la concepción que se tiene de otras personas está cargada de prejuicios, como los que se tienen sobre la comunidad judía o las ideas eurocentristas que terminan por hacer menos a las sociedades de otros países, como es el caso de México, que muchas veces es minimizado por aquellas grandes potencias.
Otros tópicos que se exploran son la desigualdad de género y la violencia contra la mujer, las cuales no son exclusivas de una sola nación o época y que, lamentablemente, han permanecido a lo largo de los años. Todos estos temas se encuentran entrelazados por un agudo ojo crítico que enhebra el humor negro, la ironía y la conciencia histórica sobre el escenario.
El elenco que participa en la puesta en escena lo conforman: Boris Schoemann, Ricardo White, Gerardo del Razo, Mahalat Sánchez, Pilar Boliver y Ana Beatriz Martínez.
Kevin Aragón
El último libro de los hermanos Salmón se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del CCU, del 13 de agosto al 18 de septiembre. Para más información, visita www.cultura.unam.mx.