¿Qué sucede cuando una casa se transforma en un objeto desconocido y sin significado? ¿Cómo experimentamos este espacio desprovisto de su naturaleza habitable? Estas preguntas llevaron al artista Kiyoto Ota a crear 3 Casas Extraordinarias, muestra que podrá visitarse hasta el mes de diciembre en el Museo Universitario del Chopo.
El conjunto de casas que fueron realizadas expresamente para el museo universitario, se exhibe con Úteruz, una serie previa del artista, integrada por esculturas esféricas que poseen un espacio interior vacío en el que apenas cabe una persona. Para el artista, estas obras, elaboradas con madera de roble y cedro, aportan al espectador la sensación de refugiarse en un bosque.
El trabajo de Ota se inspira en la tradición oriental, en específico, en el movimiento de posguerra en Japón, conocido como Mono-ha, el cual buscó superar el modernismo occidental a partir de la reducción del objeto hacia el fin de la representación y la reconsideración de las culturas indígenas orientales.
“En 2006, comencé el proceso de crear esculturas que permitieran sentir emociones corporalmente. El interior es un espacio inspirado en el útero materno que sacia la memoria lejana. Las piezas funcionan como refugios, simulan casas primitivas como lo fueron en su momento las cavernas”, explicó el artista nacido en la ciudad de Nagasaki en 1948 y radicado en México desde 1972.
Después de Úteruz, Ota lleva la noción de “refugio” hacia una forma más elaborada que se cristaliza en las esculturas transitables de 3 Casas Extraordinarias, que, a pesar de simular ser viviendas, han perdido su propiedad habitable y funcional.
La relación entre espacio y lugar en estas esculturas se sustenta en el pensamiento del geógrafo chino-estadounidense Yi-Fu Tuan, quien considera estos componentes como conceptos básicos del mundo humano, donde espacio es un territorio abstracto que puede incluso resultar amenazante, hasta que se le asigna un valor, según detalla el artista. Mientras que el hogar o refugio es un lugar que cumple con las condiciones de seguridad y tranquilidad para que el humano pueda habitarlo y desarrollarse.
Para Ota, el concepto de casa dialoga con la idea del útero en el sentido de que en ambos el humano puede sentirse seguro y cómodo. En este punto, el artista se preguntó cómo desarticular las características de refugio de una vivienda para convertirla en un espacio: “Decidí quitar la funcionalidad, por ello mis casas extraordinarias dejan de ser cómodas y se vuelven inhabitables”, explica.
Coronada por dos cabezas de gato, la primera obra que Kiyoto Ota realizó fue Casa vacía, en ella colocó dos ventiladores que extraen el aire del interior de este complejo que mide 400 x 400 x 320 cm. Está construida en forma de cruz y la conforman dos corredores que suprimen el espacio de las habitaciones, lo que la transforma en un lugar de tránsito para la gente y para el viento.
La segunda escultura que Ota creó, con dimensiones de 214 x 350 x 340 cm, fue Casa de lluvia, espacio que contrapone la noción de refugio de una vivienda techada. “Se supone que una casa nos protege de la lluvia, sin embargo, en el interior de ésta siempre está lloviendo”, comparte el artista.
La tercera es la Casa de Alicia y toma su nombre del famoso relato de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas. Ota explica que esta estructura se compone de dos escaleras que nunca se encuentran, donde cada una desemboca en una ventana que vista desde fuera pareciera una puerta. La pieza, que está situada cerca de la entrada principal del Museo del Chopo, mide 290 x 467 x 400 cm y fue ideada para infundir en el espectador la sensación de crecer sin control, como le sucede a la pequeña del emblemático libro.
Se trata de la primera vez que Kiyoto Ota muestra un trabajo de estas características en México. Durante el montaje, que duró cuatro semanas, fue asistido por cuatro técnicos y la curadora Itzel Vargas.
Jorge Luis Tercero
3 Casas Extraordinarias, de Kiyoto Ota, se exhibe hasta el 3 de diciembre en el Museo Universitario del Chopo. Consulta horarios de visita en www.cultura.unam.mx.